Excepcional. Impresionante. Lo nunca visto. Estos fueron solo algunos de los calificativos que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, empleó este lunes en rueda de prensa para hacer balance de la campaña turística del Puente de la Constitución en plena Navidad viguesa. Según los datos aportados por el Concello de Vigo, el nivel de ocupación hotelera rozó durante los primeros diez días de diciembre el 93%, un dato “impresionante que no sucedió nunca en la historia de la ciudad”, se congratuló el regidor vigués.
Para Caballero, el éxito turístico de la Navidad de Vigo es incuestionable. “El destino turístico más importante [en el Puente] fue Vigo”, dijo para añadir que “somos famosos en todo el mundo pero ya ocupamos un lugar central en Europa”. Durante estos dos últimos fines de semana la avalancha de visitantes a la ciudad dejó escenas de calles atestadas, pero también protestas por el colapso circulatorio y la falta de civismo de algunos visitantes, así como la ausencia de equipo de limpieza que atiendan la elevada carga de trabajo en el entorno del mercado de la Alameda.
Para defender los datos, más allá de la ocupación, el Concello tira de la cifra oficial de visitantes al Belén de Navidad, la única zona expositiva donde se cuenta el número de personas que acceden. A 11 de diciembre, se contabilizaron 74.000 visitas, más que las alcanzadas durante toda la Navidad de 2019, la última que no estuvo afectada por la pandemia.
Para el Gobierno local, el efecto de la Navidad de Vigo también permite incrementar las ventas del comercio y la restauración además de potenciar la “marca ciudad de Vigo” que, según Caballero, es “amable y extraordinaria” en un nivel de satisfacción “indescriptible” por parte de los turistas. “Vivo en la calle, la gente viene, se acerca y me dice que superan infinitamente lo que esperaban, que ya era extraordinario”, defendió el regidor vigués.