El Concello de Vigo redobla su presión a Abanca para que rehabilite y dé uso al inmenso patrimonio arquitectónico que tiene en la ciudad, fruto de la “herencia” de las antiguas cajas de ahorros. Ya lo adelantó el alcalde, Abel Caballero, en la entrevista con Metropolitano.gal, en la que defendió que el banco de Juan Carlos Escotet tenía una “deuda con Vigo”, y ahora intensifica su posición.
“Quiero solicitar a Abanca que rehabilite y ponga en uso la antigua sede social de la ciudad del club de jubilados de CaixaVigo”, expresó este miércoles el regidor vigués. Fue precisamente por este edificio por el que se cuestionó a Caballero en la entrevista en exclusiva con Metropolitano.gal publicada este pasado domingo. “Todo a su tiempo”, respondía el regidor vigués cuando se le cuestionaba por el abandono de este inmueble.
Ahora, Caballero reconoce que se trata de un edificio “noble muy utilizable” que desde el Concello quieren que “tenga uso para la ciudad”. “Abanca tiene una gran deuda con esta ciudad, una inmensa deuda, y por tanto, debe poner en funcionamiento, igual que estaba hace unos años, el club de jubilados”, expresó el alcalde.
Se trata de un inmueble construido en la confluencia entre Ronda de Don Bosco y Velázquez Moreno, que fue empleado como sede del club de jubilados y que lleva años totalmente cerrado y abandonado por parte de Abanca. Desde el Concello fueron también muy críticos con la venta del Teatro Fraga, censurando que el banco vendiera por 9,3 millones el inmueble, que era patrimonio de las cajas de ahorros y su obra social.