El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha reclamado este lunes a la Xunta la devolución de la gestión y explotación del embalse de Eiras, por su "irresponsabilidad" e "ineptitud", tras saberse que dos de las cuatro válvulas del embalse están dañadas y deben ser sustituidas, y por no haber actuado a pesar de que estar "obligada" a hacer el mantenimiento de las instalaciones.
En unas declaraciones remitidas a los medios, el regidor olívico ha confirmado que este martes se celebrará una reunión técnica con representantes del Concello, la Xunta de Galicia y Aqualia, concesionaria municipal del servicio de abastecimiento. En el encuentro, Caballero ha señalado que el Concello exigirá la sustitución de las válvulas "de forma inmediata".
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El alcalde ha reiterado que la Xunta tiene la obligación del mantenimiento de la presa desde que, en 2023, el Concello le entregó las llaves de las instalaciones. "Echaron al Concello de allí y se hicieron cargo ellos", ha insistido, y ha denunciado que la administración autonómica lleva "tres años de brazos cruzados", sin detectar ni inspeccionar el estado de las válvulas.
"La actitud de la Xunta de Galicia en este caso es negligente y gravísimamente irresponsable. ¿Por qué? ¿Para qué nos echaron si no son capaces de mantenerla ellos?", ha proclamado el alcalde, que ha asegurado que, en el proyecto del PERTE del ciclo del agua ya había pedido financiación para esas válvulas, cuya sustitución tiene el coste "ridículo" de 50.000 euros cada una.
Tras reiterar que la Xunta tardó más de dos años en detectar el problema y otros seis meses en hacerlo público, ha reclamado la reversión de la presa al Concello. "Porque no me fío, porque son unos ineptos (...), y desde luego exijo que la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, sea inmediatamente cesada", ha sentenciado. En el acuerdo entre Augas de Galicia y la concesionaria Aqualia, de enero de 2023, figura entre las responsabilidades de la administración autonómica la conservación y mantenimiento del embalse, aunque la concesionaria municipal se reservaba la potestad de operar esas válvulas en exclusiva. También figuraba la necesidad de coordinación entre ambas administraciones, tras los desencuentros denunciados por la Xunta por supuestas trabas por parte de los técnicos municipales para que la empresa contratada por Augas de Galicia hiciese su trabajo en las instalaciones.
