El alcalde de Vigo, Abel Caballero, pidió esta mañana en rueda de prensa una rebaja sustancial del peaje que deben abonar todos los usuarios que circulan por la AP-9 entre Vigo y Pontevedra. El regidor vigués consideró que “es de justicia” aplicar un descuento ante la desorbitada tarifa que aplica Audasa, la concesionaria del vial.
Caballero evitó confirmar si había solicitado al presidente en funciones, Pedro Sánchez, medidas para rebajar el peaje, aunque sí valoró la necesidad de hacerlo, incluso asegurando que “si pudiera ser cero, mejor”. Con todo, el regidor vigués solo pide cambios en el trayecto entre Vigo y Pontevedra, actualmente con un coste de 4 euros.
En cada trayecto entre Vigo y la frontera portuguesa por la AP-9 se debe abonar 2,80 en peajes, mientras que el viaje a A Coruña se dispara a 16,85 euros por cada trayecto. Solo el viaje entre la ciudad olívica y la capital gallega roza ya los diez euros (9,95€).
La polémica subida, aplicada desde el 1 de enero, fue autorizada por el Consejo de Ministros el 27 de diciembre y se explica, no solo por la inflación, pero también hay que añadir otro aumento del 1% para compensar a Audasa las obras de ampliación del Puente de Rande (se aplicará anualmente hasta 2038) y otro 0,8% por la bonificación del tramo entre Vigo y Pontevedra aplicada por primera vez en 2013.
A pesar de que la concesión inicial de 1973 advertía que “en ningún caso” se superaría el año 2018, actualmente no se librará de los peajes hasta 2048. Desde que comenzó la década, Audasa facturó por sus peajes más de 1.200 millones de euros, lo que suponen unos beneficios que sobrepasaron los 530 millones.