Abel Caballero retomó cuatro semanas después sus habituales comparecencias de prensa. Entre los temas que abordó el regidor vigués estuvo la siguiente fase que experimentarán las reformas de todo el entorno de la gran plaza de Porta do Sol. El máximo mandatario municipal pone el foco en la humanización de la calle Elduayen una actuación que se pretende culminar con asfalto pulido en una plataforma de un solo color. "Será como el material empleado en la Plaza Elíptica, pero de un solo color", ejemplificó el alcalde de la ciudad olívica, aludiendo a los trabajos realizados en la Praza de Fernández del Riego.
El líder del Gobierno vigués señaló que, si los plazos se cumplen y la Xunta no pone obstáculos, la humanización de Elduayen, que supondrá prolongar la peatonalización realizada en Porta do Sol, estará finalizada en el mes de septiembre. Caballero detalló que esta obra estará acompañada del túnel que discurre bajo esta céntrica calle, donde se retomarán los trabajos de micropilotaje y las prospecciones arqueológicas en el inicio del Paseo de Alfonso, que cuenta, según el alcalde, con la previsión de concluir en un plazo de mes y medio. "Tenemos que darle solución a la muralla y ver que dicen los arqueólogos sobre su mantenimiento", explicó Abel Caballero.
Con este anuncio de intenciones para mejorar la estética y culminar la peatonalización de Elduayen, el Concello intenta que avance de forma notable la peatonalización que ya se puede disfrutar en Porta do Sol. En Carral ya se han estrenado las rampas mecánicas que dan acceso a la nueva gran plaza del kilómetro cero vigués; ahora queda Elduayen, con un aspecto fantasmagórico producto de los trabajos de soterramiento del túnel y donde se procedió a la modificación del proyecto inicial, que en un principio fijaba la salida y entrada al paso subterráneo por Elduayen. Finalmente, el Concello rectificó y ha optado por extender la peatonalización hasta más allá del Paseo de Alfonso.
Los siguientes desafíos que debe afrontar el Concello con su proyecto de soterramiento de tráfico en pleno corazón de Vigo es cómo avanza la construcción del paso subterráneo junto a los restos de la muralla y sin afectar al Olivo, el gran símbolo de la urbe gallega.