La primavera llegará a las 22:24 de este lunes y ya lo estamos notando. Los días se hacen minuto a minuto más largos y las temperaturas han dejado de ser tan frías para dejar paso a un sol que calienta cada vez más. Pero todo esto lo notaremos con ahínco a partir de este domingo cuando cambiemos la hora.
Galicia, y el resto del país, adoptará el horario de verano en la madrugada de sábado a domingo, lo que nos llevará a cambiar los relojes a las 02:00 para que marquen las 03:00, restándonos una hora de descanso a los más dormilones y llevarnos así a adaptar de nuevo nuestros ritmos vitales.
El cambio de horario de verano hará que amanezca más tarde y, por consecuencia, el atardecer se postergará e irá cada vez produciéndose más tarde, por lo que los días serán cada vez más largos. Así será hasta que realicemos el próximo cambio de horario, el de invierno, en la madrugada del domingo 29 de octubre.
Ahorro energético
Un año más se realiza el cambio de horario de acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica a todos los Estados de la Unión Europea para lograr un ahorro energético, a pesar de las dudas de la eficacia de esta medida en ese sentido.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), el potencial ahorro en la iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al cinco por ciento del total consumido. De esa cantidad, 90 millones corresponden al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de seis euros por hogar y los 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del sector terciario y en la industria.
Por ello, exponen que en ningún caso se ha analizado el impacto en un contexto como este ya que los estudios de cambio horario requieren de un análisis prolongado en el tiempo para evaluar situaciones estacionarias. En todo caso, observan que las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación, en los sistemas de climatización y en los propios edificios, así como la progresiva introducción del autoconsumo, alteran significativamente los análisis que originalmente se utilizaban para calcular estos datos.
En esa línea, estas fuentes recuerdan que el cambio de hora se aprobó en una época distinta a la actual con hábitos de vida que podrían afectar en mayor medida al consumo energético.
¿Últimos cambios de hora?
El debate sobre el cambio horario en la Unión Europea comenzó en 2018 cuando la Comisión Europa realizó una consulta pública en la que más del 80 por cierto de los cuatro coma seis millones de ciudadanos que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.
En base a este resultado, la Comisión propuso, a iniciativa de Finlandia, finalizar esta práctica y que en marzo de 2019 se produjera el último cambio de hora, pero la falta de consenso entre los estados y las evaluaciones de impacto restaron la posible anulación del cambio horario.
Desde los primeros cambios de hora que empezaron a generalizarse a partir de 1974, con la crisis del petróleo, hasta día de hoy, muchos son los países del mundo que han dejado de realizar esta acción. Uno de los ejemplos es Turquía, que se quedó con su horario de invierno permanente desde 2016, o incluso Rusia y China, que dejaron de realizar esta práctica en la década de los años 90.
En cuanto a España, el Ejecutivo creó una comisión de 14 ‘”sabios” para determinar la conveniencia o no de eliminar el cambio de hora estacional y, en caso de decisión afirmativa, decidir qué horario era más adecuado, el de verano o el de invierno. La comisión presentó un informe que no llegó a ninguna “resolución concluyente”, por lo que el país seguirá realizando sus cambios de horario en marzo y octubre, al menos, hasta 2026.
Este cambio vuelve a abrir el debate sobre el huso horario de nuestro país,y especialmente de Galicia. España cuenta desde 1940 con el horario que adelanta en 60 minutos a la “hora universal”. Lo que provoca que, especialmente en verano, en Galicia el desfase sea enorme. De hecho, según el Ministerio para la Transición Ecológica, Vigo es la ciudad europea en la que más tarde anochece.
¿Qué aparatos hay que cambiar a mano?
Aunque se cambie la hora dos veces al año desde hace décadas, una de las dudas más frecuentes cuando se acerca el momento de hacerlo es sobre cuáles dispositivos se deben adelantar o atrasar a mano. Una pregunta a la que es esencial dar respuesta para evitar madrugones innecesarios, en el caso del horario de invierno, o retrasos, en el de verano.
Todos aquellos aparatos que indiquen la hora y que no estén conectados a Internet, como los relojes de pared, los despertadores analógicos e incluso algunos electrodomésticos, deben ser cambiados a mano. Sin embargo, aquellos dispositivos que cuenten con un sistema operativo moderno no requerirán atención y se adaptarán por sí mismos al horario de verano.