Cascadas, pasarelas y miradores, así es la nueva ruta de "belleza inigualable" del Lagares en Vigo

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Puentes sobre el cauce fluvial, pasarelas de madera y varias saltos de agua conforman el nuevo recorrido del Sendero del Lagares que ya se puede disfrutar casi en su totalidad. El Concello de Vigo llega a la fase final de la obra de ampliación del paseo fluvial entre la Avenida de Madrid y Manuel Álvarez, que finaliza en Coutada, y que estará completamente terminada en un plazo de dos meses. Con todo, buena parte del tramo ya es caminable y en él se descubren auténticos espacios naturales hasta ahora ocultos para la mayoría.

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"Es una potentísima transformación", explicó este jueves el alcalde, Abel Caballero, en una visita al recorrido que, dijo, permite recorrer "espacios de una belleza inigualable".  Este tramo del sendero del Lagares cuenta con 3,2 kilómetros y destaca por la instalación de tres puentes y casi 500 metros de pasarelas y estructuras de madera que ofrecen una estética singular al recorrido.

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Con todo, además de la infraestructura de madera, poco habitual en el resto de tramos, esta ampliación del paseo destaca sin lugar a dudas por su valor natural. Y, en especial, "lugares de una belleza excepcional apenas conocidos" como es el "Pozo da Serpe", también conocido como "Cova da Serpe", una cascada que se divide en dos saltos de agua y que salva un desnivel de 35 metros. Junto a ella se ha instalado un mirador de madera y una escalera que ofrece vistas panorámicas.

Además, un poco más adelante, los que realicen el recorrido también podrán disfrutar de una antigua construcción que canalizaba el agua para producir electricidad y que ahora conforma una cortina de agua de más de 100 metros de largo que ofrece una imagen muy curiosa, además de un sonido relajante. A partir de ahí, se inicia un buen tramo de pasarela de madera que finaliza ya en la zona de la rúa de Coutada, unos metros por detrás de las antiguas instalaciones de Álvarez.

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Además del entorno natural, el recorrido también redescubre algunos elementos clave del patrimonio industrial de la ciudad. Es el caso de la antigua factoría de La Cristina, una fábrica de papel que data de inicios de la década de 1860 y de donde salió el papel para imprimir "Diccionario de escritores gallegos" de Manuel Murguía y, posiblemente, "Cantares Gallegos" de Rosalía de Castro. Hoy, por desgracia, esta casona está parcialmente modificada y se usa como almacén industrial.

Con esta ampliación del sendero, el recorrido total entre Cabral y la desembocadura del cauce fluvial en Samil alcanza los 12 kilómetros. Además, se está tramitando también una mejora en la zona próxima al Alcampo en la Avenida de Madrid, donde se ha llegado a un acuerdo con los propietarios del polígono industrial de Miraflores.

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