No defraudó. Prometía ser el gran festival de música del otoño en Vigo y lo fue. El Vibra Mahou Fest se coronó en esta edición en el evento musical total. Lo tuvo prácticamente todo. La cita musical regresaba tras dos años parón. En el recuerdo quedaban aquellos acordes y bailes de una jornada de octubre de 2019. Tres años después, el hall del Auditorio Mar de Vigo volvía a ser el escenario de esta propuesta que demuestra que los festivales de música también tienen éxito más allá del verano. Grandes nombres como DePedro, Los Estanques y Anni B Sweet, Arde Bogotá o Shinova firmaron una jornada memorable en este evento que colgó el cartel de "no hay billetes" y que se consolida como una de las citas culturales más potentes de esta época del año en la urbe gallega.
Una de las bondades del Vibra Mahou Fest es su carácter transversal. En esta edición ofreció una especie de aperitivo, un "entrante" que tuvo lugar el pasado viernes en la Sala Island -en un principio estaba programado para la Sala Molotov- con el concierto de Delaporte. Esta jornada inaugural fue la primera en agotar las localidades, como una premonición de las diferentes fases que iría cubriendo el festival hasta su celebración en el último fin de semana de octubre. Posteriormente, se despacharon todas las entradas por sesión en la jornada en el Auditorio Mar de Vigo y, hace unos días, se firmaba el "sold out" también en los abonos. La expectación era máximo. El siguiente paso era no defraudar a los cientos de personas que querían disfrutar de un potente cartel musical que se maridaba, en el caso de la jornada en el recinto cultural de la Avenida de Beiramar, con las actuaciones de DJs y con una Zona Gastro con cinco "food trucks" para reponer fuerzas durante el evento.
Bailes, locura, artistas entremezclados por el público fueron solo algunas de las experiencias que se vivieron en este deseado regreso del Vibra Mahou Fest tras años de parón por culpa de la pandemia. Si lo de Delaporte fue el aperitivo perfecto, el sábado el Vibra Mahou Fest vivió el sábado una de las jornadas más inolvidables de su historia. En el ambiente se percibía ese paréntesis, esas dos ediciones que se han quedado en el limbo debido a las restricciones del Covid19. A pesar de que la acústica en el hall del Auditorio Mar de Vigo no es la más idónea, las bandas y artistas que componían el cartel de este año permitieron a los asistentes bailar y vibrar con la mejor música en directo.
Cada sesión tuvo su gran colofón. Los Estanques y Anni B Sweet prepararon el terreno para que DePedro, transición de actuación de DJ mediante, desatara la locura alrededor de las 16:00 horas. En esa sesión matinal vivimos un Vibra Mahou Fest diferente, más familiar. Los paraguas, un disfrutar más pausado y calmado fue lo opuesto del colofón nocturno que firmaron Arde Bogotá y Shinova, donde la locura permitió cerrar por todo lo alto un festival que era uno de los eventos más añorados en Vigo en esta época del año.
En la resaca festivalera de este domingo 30 de octubre está ese DePedro bajando entre el público, entregándose con un directo que siempre es una garantía de espectáculo. Curiosamente, tras su actuación mejoró la meteorología en Vigo. Las lluvias dieron una tregua -que ha durado hasta este domingo- y permitió a los festivaleros de la sesión de noche estar en el entorno del Auditorio Mar de Vigo sin necesidad de abrir el paraguas. Arde Bogotá emuló también a DePedro, interpretando junto a los ocupantes de las primeras filas uno de sus temas. Los de Cartagena demostraron que son una de las bandas más en forma del panorama nacional en una cita que supuso el fin de gira de presentación de su álbum "La noche".
El cierre llegó de la mano de Shinova, que desembarcaban en Vigo dispuestos a poner mucho más que la guinda a este Vibra Mahou Fest. Y lo hicieron a lo grande. La comunión con el público era total. Su "sonrisa intacta" paralizaron a los festivaleros de la ciudad olívica, que vibraron al máximo con otros himnos de la banda como "Ídolos" o "Te debo una canción". La cita llegaba ya a su fin más allá de la medianoche, alrededor de la una de la madrugada. La felicidad era máxima. Por lo disfrutado y porque la noche brindaba una hora de regalo, una especie de "bonus track" que permitía recuperarse este domingo del vendaval de conciertos disfrutados en este esperado Vibra Mahou Fest.
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