Cierran "por seguridad" dos tramos de las rampas de Gran Vía por riesgo de rotura de dos cristales

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Contratiempo en uno de los elementos más representativos del Vigo Vertical. Dos tramos de las rampas de Gran Vía está cerrado por "motivos de seguridad". Ese es el argumento que acompaña a la nota situada en las vallas que impiden el paso de los transeúntes en el tramo peatonal que comprende las confluencias con las calles María Berdiales con Paraguay y en otro que está situado a la altura de El Corte Inglés, casi llegando al cruce con Venezuela. El motivo no es otro que el riesgo de rotura de uno de los cristales del techo, un vidrio que, según apuntan fuentes municipales a este diario, ya está encargado para su inminente reposición.

Este percance no afecta al tramo al completo. Hay que recordar que solo permanece cortada la zona peatonal, por lo que las usuarias y usuarios de las rampas de Gran Vía pueden emplear sin problema las cintas. El inconveniente surge para aquellas personas que deciden transitar por este espacio donde, además, están instalados varios bancos para reposar y una caracola que reproduce música ambiente mientras que el tramo cercano a Venezuela, el situado junto a un gran monitor, afecta a un área más reducida.

El vidrio afectado que obliga a cortar el tramo peatonal de las rampas de Gran Vía

Desde su apertura a principios de diciembre de 2020, las rampas de Gran Vía se han convertido en el elemento más icónico del Vigo Vertical, el conjunto de actuaciones diseñados por el Gobierno de Abel Caballero para salvar la complicada orografía de la ciudad olívica. Las cintas de la céntrica avenida viguesa no han estado exentas de polémica debido a la tala de los árboles del extinto bulevar. No obstante, desde su puesta en marcha decenas y decenas de personas hacen uso de las cintas transportadoras para subir sin esfuerzo la cuesta situada en el tramo que va de las confluencias con María Berdiales y Venezuela.

Actualmente, el Concello ya trabaja en la construcción de la segunda fase de las cintas de Gran Vía, que conectará el tramo ya en marcha con la calle Nicaragua y cuya previsión es que estén concluidas en el mes de octubre. Esta actuación, que fue adjudicada por 3,6 millones de euros, supondrá la humanización de una superficie cercana a los 6.400 metros cuadrados. Además de la instalación de las rampas mecánicas, el proyecto incluye la implantación de elementos singulares como un Pezseto o un suelo interactivo que reproducirá sonidos al pisarlo la gente. Abel Caballero destacó en varias ocasiones que el nuevo tramo de las cintas será "un nuevo jardín botánico" al estar compuesto por 155 unidades de árboles y 900 unidades de arbustos y plantas. Las obras en una de las zonas con más tráfico de la ciudad ha provocado que el Concello confeccionarse un plan de tráfico especial.

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