La Vuelta a Galicia contra la leucemia volverá a recorrer la comunidad entre el 19 y el 21 de septiembre, diez años después de la iniciativa de David Gil que, en solitario, visitó siete hospitales gallegos en un camino de 500 kilómetros. Ahora, esta marcha simbólica que busca concienciar sobre la necesidad de la donación en vida celebra su segunda edición con más participantes en una prueba pensada con relevos.
Entre los relevistas estará Martín, ahora con cuatro años aunque para entonces ya habrá soplado las cinco velas. Este pequeño natural de El Bierzo, que pasó por el Álvaro Cunqueiro de Vigo antes de llegar a La Paz de Madrid, acumula una lucha incansable contra esta enfermedad. “Para él volver a Vigo es ilusionante pues allí tiene a todos sus amigos y a las médicas y enfermeras, sus amigos de batalla”, explica su madre, Naza Pérez, que reconoce que para Martín su familia es también el universo hospitalario en el que vive desde que le diagnosticaran la enfermedad con dos años.
Con solamente dos años le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Tras un duro tratamiento de quimioterapia sufrió una recaída que derivó en la necesidad de un trasplante de médula. Entonces, él y sus padres se tuvieron que ir al hospital nacional de referencia, La Paz, en Madrid.
Aunque ha sido un proceso duro, tanto para el pequeño como para la familia, asociaciones como Bicos de Papel en Vigo o Asion en Madrid hacen que todo sea más llevadero gracias a su ayuda económica y psicológica. Martín logró su operación el 23 de abril gracias a Fernando, que además de su padre ha sido su donante. Su hospitalización y aislamiento le separó también de su hermana, que con nueve años tuvo que quedarse en Fabero (El Bierzo) con sus abuelos, alejada de sus padres y hermano. Un largo camino que, sin embargo, “decidimos enfocar siempre de manera positiva, buscamos todos los planes posibles que hacer con los niños”, explica su madre.
Con todo, las cosas marchan bien ahora. Tras el alta el 28 de junio, Martín vive sus primeras vacaciones disfrutando del tiempo libre y el fin del aislamiento en Madrid. En solo unas semanas podrá volver a Vigo, donde se reencontrará con su otra familia, la del Álvaro Cunqueiro, y podrá realizar los diez últimos kilómetros de su lucha cerrando la Vuelta a Galicia contra la Leucemia que organiza la asociación Frangil y con la que también colaboran, entre otras, Discamino. Él simbolizará en Vigo la urgencia de que un país de referencia en donación de órganos y sangre lo sea, también, en donación de médula. Para familias como la de Martín, no hay duda: “necesitamos más donantes de médula, necesitamos más registros y necesitamos más investigación porque Martín es uno más de los cientos de personas que tiene una nueva oportunidad de vivir porque alguien donó vida en vida, porque alguien donó médula”.