Cinco vinos de autor para regalar y sorprender estas navidades

Pablo Rodríguez de El Ultramarino en O Porriño

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Las Navidades son uno de los momentos más deseados del año. Durante unos días, podemos desconectar de nuestra agobiante rutina diaria y volver a estar con aquellos que más queremos y que no siempre vemos lo suficiente. Nada sustituye esa sensación de estar en casa, en familia, y simplemente disfrutar en la mesa. O las citas con amigos de los que nuestro día a día nos aleja más de lo deseado. Una botella y un picoteo es, muchas veces, todo lo que necesitamos. Sin embargo, nada de esto sucederá este año, marcado por la pandemia. Ese amor incondicional a los que más queremos se traducirá en no verlos y no pasar tiempo con ellos. Porque los queremos no estaremos junto a ellos. Sin embargo, no significa que no contemos con alternativas. Aquí, te proponemos cinco bodegas con creaciones fuera del circuito más comercial para regalar en la distancia y compartir en videollamada. A la pandemia, ingenio.

En esta selección contamos con las propuestas de Pablo Rodríguez, responsable de El Ultramarino de O Porriño y un auténtico enamorado de los vinos. Él nos guiará por los diferentes sabores, tonalidades y características de algunos de los mejores vinos de Galicia, pero también habrá espacio para los habituales y apreciados Ribera del Duero o Rioja. Si quieres sorprender, toma nota.

Xulia Bande - Son de Arrieiro
Leiro, Ourense

Desde hace algo más de cinco años Xulia trabaja elaborando vinos para su propia bodega. Esta "colleiteira", enamorada y apasionada por su trabajo, deja los vinos un año en la bodega y otro año en botella antes de sacarlos al mercado. "Son vinos en los que toca esperar un poco más", argumenta nuestro experto. Ahora podremos comprar los vinos de 2018.

El Son de Arrieiro blanco, de la Denominación de Origen Ribeiro, experimenta 14 meses de crianza sobre lías, lo que le aporta más cuerpo y volumen. "Un vino que lo tomas y, si cierras los rojos, casi recuerda a un vino tinto". La bodega también cuenta con Son de Arrieiro añadas, elegido como el Acio de Ouro de 2020 en Galicia. “Un súper premio para una bodega muy pequeñita, están haciendo un trabajo impresionante”, apunta Pablo Rodríguez. Esta botella combina vino de cuatro añadas distintas y pasa por barrica de roble francés. Algunos de los paladares más versados aseguran que recuerda a los grandes vinos franceses debido al toque sutil de la barrica francesa.

Cazapitas
Tomiño

Tienen viñedos en Tomiño y en A Barbanza. Esta bodega se caracteriza por ofrecer propuestas distintas a lo convencional, donde destaca un vendimia tardía de albariño, con 14 grados y un tono muy amarillo. Este un vino más dulce de lo habitual y muy interesante, que sorprenderá sin duda. Además, las viñas no están expuestas ni a herbicidas, ni insecticidas ni acaricidas. "Nuestras viñas merecen todo nuestro cariño, sin ellas nada sería posible", argumentan.

Si lo queremos sorprender todavía más, esta bodega nos ofrece el Cazapitas 12, un vino semidulce muy poco habitual en Galicia. "Tiene un frescor que va genial para aperitivos o postres. Es un albariño con solo 11 grados de alcohol y en aperitivos queda muy bien, especialmente para estas Navidades”, cuenta Rodríguez. Este tipo de propuestas son muy fáciles de beber y ofrecen gran variedad de aromas y un dulzor agradable.

Sílice Viticultores
Sober, Lugo

Esta bodega formada por tres socios no forma parte de la Denominación de Origen de Ribeira Sacra, pero no por ello sus vinos son peores. “Hay muchas bodegas que se están saliendo de las D.O., esta es una de ellas”, aclara Rodríguez. Se trata de una pequeña producción pero que ha conquistado algunos de los paladares más exigentes, entre ellos los del reconocido crítico estadounidense de vino, Robert Parker. "Los puntúa siempre muy bien, como los vinos gallegos de mejor puntuación con entre 94 y 95 puntos”.

Sílice rosado es una de sus últimas creaciones. Los críticos aseguran que recuerda a vinos de la Provenza francesa, convertido en un vino sutil y de gran nivel. Es uno de los pocos rosados gallegos y promete una experiencia distinta.

En vino tinto, aquellos que quieran una experiencia premium, podrán optar por sus ediciones de Finca Lobeiras, Finca Romeu y Fica Rosende. Un vino que supera los 80 euros y que es el fruto del trabajo de los “escaladores” de la Ribeira Sacra, con cepas históricas de laderas muy pronunciadas y sin bancales.

Pico Cuadro
Quintanilla de Onésimo, Valladolid

Ribera del Duero es una de las DO de fuera de Galicia más consumidas aquí. En este caso, Pico Cuadro se nos presenta como una bodega boutique. Fundada por el enólogo Felipe Castrillo en Quintanilla de Onésimo apuesta por una filosofía de mínima intervención en la viña. Sus tres propuestas, Pico Cuadro Wild, Viña Seleccionada y Viña del Chorro reflejan sus valores más arraigados.

En la edición Wild, nos ofrecen un vino bien definido donde priman las sensaciones frescas y frutales características de la variedad tempranillo. Es el fruto de cepas de unos 35 años y unos 10 meses en barrica francesa. “Su carácter fresco recuerda un poco a los vinos atlánticos y, aunque están en una zona cálida, nos puede recordar a vinos gallegos”, anota Pablo Rodríguez. El consejo de experto es dejar reposar estos vinos en botella durante varios años. Si nos tomamos una añada 2016 lo notaremos mejor que una más reciente. Si nos compramos una de 2018 y queremos disfrutarlo al máximo una opción es esperarnos dos años a abrirlo. Lo que no significa que no debamos ni podamos tomarlo ya.

Alegre Valgañón
Sajazarra, La Rioja

Esta bodega de la pareja formada por Eva Valgañón y Óscar Alegre se encuentra en Sajazarra, La Rioja, y vuelve a caracterizarse por la agricultura tradicional de “mínima intervención en bodega”. Aunque la mayoría de los Rioja son 100% tempranillo, la propuesta Alegre Valgañón cuenta con un 75% de tempranillo, pero añade un 25% de garnacha, lo que ofrece una “golosidad” y frescura que lo hace apto para un picoteo.

Su propuesta La Calleja es 100% tempranillo y ha sido criado durante 22 meses en barricas de roble francés y americano. La parcela está en transformación para ser ecológica. Esta bodega forma parte del grupo “Rioja’n’Roll”, una asociación de ocho jóvenes viticultores “pequeños pero que están haciendo muy bien las cosas”, basadas especialmente en el respeto a la tierra y diferente a lo que suele llegar a los lineales de supermercado.

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