Rechazo total a la propuesta de Abel Caballero de trasladar la Escuela Infantil de Santa Marta a las instalaciones del colegio Ramón y Cajal, popularmente conocido como "Picacho". La totalidad de la comunidad educativa del centro -Claustro, representantes de padres y ANPA- rechazó "por unanimidad" en el Consello Escolar extraordinario la iniciativa lanzada esta semana por el alcalde de la ciudad olívica.
El motivo argumentado ante el representante del Gobierno municipal es la no existencia de aulas libres y, adicionalmente, la incompatibilidad absoluta con el protocolo de seguridad Covid e incluso con el normal funcionamiento del centro. El colegio señala que todas estas circunstancias ya fueron corroboradas en una visita a las instalaciones del propio delegado territorial de Educación, el inspector jefe provincial y el técnico de la Xunta.
La comunidad educativa del colegio "Picacho" mantiene su "voluntad de colaboración con el Concello" para encontrar alternativa que garanticen la continuidad de este servicio de guardería esencial para el barrio, pero lamenta que "hasta ahora la única opción dada para su supervivencia" sea la reubicación en este colegio de "reducidas dimensiones y sin ningún espacio en desuso". La escuela infantil municipal es un "servicio básico" para el barrio, "imprescindible para la conciliación de muchas familias" y consideran que es especialmente necesaria en la actual situación de crisis sanitaria y económica. Sin embargo, apuntan que la propuesta dada por Abel Caballero parece "fruto de la improvisación" y no de una valoración real del lugar y de las necesidades de ambos centros educativos, perjudicando a los dos pilares de la educación infantil y primaria en el céntrico barrio vigués.
El colegio "Picacho" afirma que es "consciente" del problema que se originó pero "una mala o nula gestión" totalmente ajena al centro no puede responsabilizar el futuro del centro educativo. "No somos la única solución ni los responsables, hubo tiempo para hacer una escuela infantil digna con la importancia que merece y esta solución apresurada condenaría al colegio y a la escuela infantil", señalan los miembros de la comunidad educativa del "Picacho", que destacan que el barrio "merece una escuela infantil y un colegio dignos y con perspectivas de futuro como únicos representantes de la enseñanza pública, motivo ya suficiente como para tratarlos con el respeto merecido", concluyen.