Mitic muestra en una cita inolvidable el poder universal de la gaita

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Mitic ha dejado huella. No solo ha llegado para quedarse, sino que desconoce sus límites. Posiblemente lo sepan Álvaro y Suso Costas, los hermanos de este revolucionario proyecto musical que ha llenado de nuevo el Teatro García Barbón.

"Mitic, el espectáculo" es un desafío a derribar todas las barreras. La primera que las destruye es la gaita. El instrumento característico de la cultura gallega se convierte en universal. Da igual el estilo. Los hermanos Costas la convierten en un instrumento protagonista en temas que forman parte de la historia de la música.

El recital de anoche deja muchos momentos. También muchas lecturas. El comienzo fue inolvidable. La banda sonora de Forrest Gump envolvía el siempre mágico Teatro García Barbón. Voces de niños introducían al espectador con frases que eran pura filosofía. Mitic no solo reinventaba la gaita o los himnos que han marcado nuestras vidas, sino que también nos aporta otra forma de vivir y sentir la música. "La música es como una caja de bombones. Nunca sabes qué sentimiento te va a provocar".

Era el comienzo idóneo. El anticipo del bombardeo de sentimientos y sensaciones que cada uno de los espectadores que llenaban el García Barbón iba a vivir durante las casi dos horas y media de concierto. Fue un recorrido vital, perfecto para unas fechas en la que siempre se hace un balance interno del año. Aquí no era de los últimos doce meses, sino de toda una vida. La banda sonora de El Padrino -posiblemente la mejor película de la historia del cine- fue el primer himno en el que Álvaro Costas dejaba la impronta de su gaita.

El setlist contenía versiones para todos los paladares. Para todo recorrido vital. Temas con los que se enamoraron nuestros padres y abuelos como "Contigo aprendí" o "El día que me quieras" a otros tan universales como "Hotel California", "The Best" o "Don't Stop Me Now" de Queen.

La simbiosis fue total. El escenario estaba también abarrotado. Los hermanos Costas ofrecían un espectáculo en el que todos eran protagonistas de esta "película de más de horas. De un recorrido perfecto por diferentes estilos musicales. Rock, dance, blues o un bloque sinfónico con la presencia de la Orquesta Clásica de Vigo condujeron al público a un viaje que se repetirá en 2019 y que va camino de convertirse en una de las citas imprescindibles de la Navidad de la ciudad olívica.

Mitic logró demostrar la importancia de la gaita. El espectáculo dejó momentos inolvidables según el paladar musical. Unos recordarán la parte más rockera, otros la sinfónica y otros esas versiones de canciones históricas para los más románticas como los temas de Dirty Dancing o Ghost. Sin embargo, uno de los grandes momentos de la velada llegó pasado el ecuador del recital. Un gong hacía presencia en el escenario. Buen presagio. Empezaba a sonar la sintonía de Juego de Tronos. Álvaro Costas y su gaita no estaban solos. Los pasillos y anfiteatros del García Barbón se llenaban de gaiteiros que demostraban quién ocupaba el "trono de hierro" de los instrumentos.

La apoteosis llegó en la recta final. Mitic tiró de rock y de la voz de Fran Vázquez para desatar la locura. Un concierto de tal magnitud no se puede cerrar con el público sentado. "Thunderstruck" y "The Final Countdown" permitieron consolidar a la gaita como un instrumento más del rock clásico.

Había ganas de más. Tocaba dejar otro mensaje. Mitic no es flor de un día. Sobrevivirá. Como lo hace la gaita. "I will survive" reunió a todos los protagonistas del espectáculo. La Banda de Gaitas, la Orquesta Clásica de Vigo, los bailarines de Bambalina que convirtieron la platea del García Barbón en la escena final de Dirty Dacing y las voces de Diana Tarín y Fran Vázquez se fusionaban para firmar la guinda de un concierto que firmó su segundo "sold out" en un espacio tan legendario como el Teatro García Barbón.

El público, que ya estaba en pie, dedicó una sonora ovación y lanzó un deseo para 2019. "¡¡Mitic a Castrelos!!" Abel Caballero, que vivió en primera persona el espectáculo, tomó nota. ¿Será el proyecto de los hermanos Costas una de las actuaciones del próximo Vigo en Festas? Ojalá así sea.

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