Críticas al "desastre" del plan de tráfico de la Navidad de Vigo ante la llegada masiva de turistas

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"Caos", "desastre" o "esto no es calidad de vida". Son solo algunas de las críticas que recibe el plan de tráfico del Concello de Vigo ante la llegada ayer viernes de miles de turistas a la Navidad. Los testimonios certifican que el plan diseñado en Praza do Rei naufragó en la primera jornada navideña con una gran afluencia de personas, una jornada marcada, sobre todo, por la presencia de un importante número de portugueses al ser festivo en el país vecino. "Tardamos más de una hora en subir y bajar Gran Vía". El colapso fue la tónica habitual durante la tarde en las calles y en los accesos a la urbe gallega, donde circular en coche se convertía prácticamente en una misión imposible.

"Estuvimos 20 minutos atascados en la zona de Bomberos", indicaba en la mañana de este sábado un lector a este diario sobre el colapso que sufrió para venir a pasar el fin de semana junto a su familia a Vigo. En las redes sociales proliferaban también los vídeos de atascos, donde destaca sobre todo uno en pleno túnel de Beiramar. "25 minutos para 1.200 metros con una ambulancia bloqueada". Entre las principales críticas que recibió el Plan de Tráfico del Concello estaba la escasa vigilancia por la forma de aparcar de los autobuses de los viajes organizados, además de la poca presencia policial. No obstante, el Concello aseguró que en el día de ayer viernes se movilizaron 41 efectivos policiales, de los que 15 son refuerzo específico del dispositivo de Navidad. Además, fuentes municipales indicaron a este diario que el plan de tráfico de Navidad se puso en funcionamiento tres horas antes de lo previsto.

Mientras miles de personas disfrutaban tomándose fotos y empapándose de espíritu navideño en zonas como Porta do Sol, Policarpo Sanz, García Barbón o la Alameda, otras tantas personas se armaban de paciencia para llegar al corazón de Vigo y poder estacionar su vehículo, un aparcamiento que también se convertía en una nueva dificultad al estar completos los aparcamientos ya desde el mediodía.

Lo que parece claro es que el plan de tráfico del Concello no es suficiente para gestionar la avalancha de turismos que recibe Vigo en un corto periodo de tiempo, tal y como sucedió el pasado viernes. A pesar del refuerzo policial, vigueses y visitantes comprueban cómo en zonas como Urzáiz o Colón son individuos con un chaleco del Concello y no la Policía Local la que dirige el tráfico mientras que se echa de menos la presencia de aparcamientos disuasorios, algo que se intentó implantar en las pasadas navidades cuando se dirigía la oleada de visitantes a Samil para que los turistas dejaran en el entorno de la playa viguesa sus vehículos para moverse posteriormente en el transporte urbano. Uno de los problemas añadidos este año es la huelga indefinida convocada por el comité de empresa de Vitrasa debido al conflicto laboral que la empresa mantiene con los trabajadores.

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