Castrelos y Morat, historia de amor sin efectos secundarios

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Cae el día en Vigo. Castrelos se convierte en el punto de encuentro de miles y miles de jóvenes. La causa es Morat. El grupo colombiano ya agotó hace un año todas las entradas del Auditorio Mar de Vigo. Doce meses después, repite éxito. Las gradas del anfiteatro ya están llenas cuando el sol se pone sobre la ría de Vigo. Su propuesta folk pop convence a un público que se entregó durante las cerca de dos horas que duró el recital de este conjunto llamado a liderar la nueva hornada de la música latina.

Morat arrancó puntual. Tras la habitual presentación de Abel Caballero, el cuarteto formado por Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, Martín Vargas y Simón Vargas arrancaron su espectáculo en el Auditorio de Castrelos con la canción que le abrió las puertas de la fama mundial, "Mi nuevo vicio", el tema que conquistó a Paulina Rubio y que batió todos los récords en reproducciones.

Desde entonces, la joven banda colombiana, que tiene una media de edad de 23 años, camina de éxito en éxito. Castrelos degustó las razones que han convertido a Morat en uno de los grandes conjuntos emergentes del panorama latino. El folk pop otorga un elemento de singularidad. Sus temas son como una novela, una historia con el amor (y sus efectos secundarios) como elemento narrativo. Una trama que fue protagonista en el encuentro que los colombianos tuvieron anoche ante miles de fans en el simbólico auditorio vigués.

La comunión entre grupo y público fue total. Las miles de personas que abarrotaban el foso y las gradas del anfiteatro se entregaban a temas que se han convertido en himnos de estos dos últimos años como "Yo contigo, tú conmigo" o "Besos en guerra". Morat abría su corazón. Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil y Simón Vargas compartían sus experiencias. Los fans, por su parte, se convertían en protagonistas del espectáculo coreando cada uno de los temas que han hecho de Morat una de las citas musicales más atractivas del programa de Vigo en Festas 2018. El alcalde, Abel Caballero, ya lo advertía en la presentación del concierto. "Vimos el éxito del año pasado en el Mar de Vigo y teníamos que traerlos a Castrelos", afirmaba el regidor ante el fervor de la gente.




En la velada también hubo espacio para las baladas. Fue el momento en el que cada Isaza, Villamil y Vargas compartieron sus vivencias. Era la introducción a la parte emotiva del concierto, un tramo que culminó con "Cuánto me duele", una forma de decir adiós y agradecer al público vigués la entrega que tuvo durante los 100 minutos que llevaba de concierto. Sin embargo, ese era el preludio del "bis", una "traca final" en la que Morat puso la guinda a una noche redonda con "Amor con hielo", "Una vez más" y su gran éxito, "Cómo te atreves".

Vigo tenía ganas de Morat. Por una parte las sació, aunque posiblemente en esa resaca todavía anhele un nuevo encuentro, otra posibilidad para bailar su folk pop y reflexionar sobre esas letras que nos permiten saborear el amor más puro, un amor como el que anoche vivieron Morat y el Auditorio de Castrelos.

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