Más que una gran noche, fue una noche de escándalo. Raphael regresa a Vigo por cuarto año consecutivo. En esta ocasión, su espectáculo adquiría una dimensión especial. Cambiaba el Auditorio Mar de Vigo por el Auditorio de Castrelos. El jienense asumió el encargo con valentía. Demostró que la veteranía sí es un grado para regalar un recital de más de dos horas de duración en un show que combinó temas de su último álbum "Infinitos bailes" con éxitos que ya son himnos de la música española.
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Castrelos ansiaba el encuentro con el artista andaluz. Las entradas para la zona de pago llevaban semanas agotadas. Raphael no quería defraudar. Preparó con mimo su cita con el público vigués. Esa misma mañana acudió al escenario para también conversar con los técnicos. No quería dejar ningún detalle al azar. Con largas colas para disfrutar de Raphael, el jienense comenzó puntual el show. El recital mostraba esa "locura por cantar" del andaluz y prosiguió con "Infinitos bailes" y "Aunque a veces duela", temas pertenecientes a su último trabajo.
Eran los primeros minutos de la velada y había química. Existía "feeling" entre las miles de personas que abarrotaban el Auditorio de Castrelos y el músico andaluz. Tras esos primeros temas, Raphael mostraba su sinceridad. "Gracias otro año más por su cariño, pero sé muy bien a qué han venido". Era el momento previo a que sonará "Mi gran noche", uno de los grandes "hits" de un Raphael que ponía en pie que estaba sentada en el foso y a los que ocupaban las gradas del anfiteatro.
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La velada se prolongó más allá de la una de la madrugada. No existía el cansancio. Raphael dejaba para el tramo final del concierto "Escándalo", que hizo vibrar a los miles de asistentes (incluida la presidenta de Deputación, Carmela Silva), y se despidió con dos himnos como "Yo soy aquel" y "Como yo te amo". Raphael versionaba el tema de Rocío Jurado para cerrar una noche en la que se rindió ante sus fans. "Galicia, te amo tanto, tanto..." Eran las últimas palabras de un Raphael emocionado, un artista, como mostraba el símbolo que estaba de fondo en el escenario, es infinito.