El conflicto laboral que mantienen Vitrasa y trabajadores parece lejos de solucionarse. La disputa ha desembocado en una huelga total en el transporte urbano de Vigo que cumplirá este 25 de febrero tres meses. Pese a que hay programado un encuentro para este viernes, las posturas se encuentran alejadas. El comité de empresa mantiene sus movilizaciones diarias y los sindicatos de la ciudad han convocado para este sábado una gran manifestación para reclamar un transporte digno en la urbe gallega. Por su parte, la concesionaria del bus urbano ha emitido un comunicado este miércoles para denunciar que, desde el inicio del paro total en los buses de Vigo, una parte del personal de la compañía ha sufrido "ataques violentos" y una "persecución sistemática" que, según aseguran, "coarta la libertad de los trabajadores".
Vitrasa denuncia que el último ataque conocido al personal de la plantilla fue el pinchazo de las cuatro ruedas del vehículo particular de una trabajadora que estaba estacionado cerca del Burger King situado en Florida. Además de estos daños materiales, aseguran que esta trabajadora también sufre de manera constante el "acoso" a la entrada y salida de su puesto de trabajo, llegando hasta a intentar bloquear su entrada para ejercer su legítimo derecho a trabajar.
Por otro lado, cerca de una decena de trabajadores manifiestan estar sometidos a esta persecución a la entrada y salida del servicio, muchos de ellos incluso cuando están secundando la huelga y son llamados a realizar servicios mínimos. En alguna ocasión, este acoso llegó a producirse realizando el servicio con viajeros a bordo y hasta fuera del puesto de trabajo, en un local frecuentado por uno de los empleados que fue insultado en público por no secundar la huelga. Vitrasa indica que debido a esta "profunda violencia de este acoso sistematizado", muchas personas trabajadoras se han visto obligado a dejar de presentarse a su puesto de trabajo y secundar el paro total. La concesionaria del bus urbano indica que de momento se han registrado al menos cinco ataques a vehículos de personal de la plantilla, de los que la empresa tenga constancia, con pinchazos de las cuatro ruedas cuando estaban aparcados en la calle.
Vitrasa ha solicitado el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya están realizando seguimiento de los ataques violentos producidos a autobuses en los últimos meses. Asimismo, la compañía muestra su "profunda preocupación" por lo que consideran que son actos organizados que suceden con el objetivo de "amedrentar y silenciar" al personal que no quiere secundar la huelga, coartando su derecho a trabajar.
La empresa pide disculpas a los usuarios por esta situación y garantiza la prestación de los servicios mínimos y que pueden ser consultados en la web oficial de Vitrasa (haz clic aquí).