Denuncian la tala masiva de árboles históricos y en buen estado en O Castro de Vigo

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Árboles talados en O Castro // Marea de Vigo

La ansiada recuperación de la muralla del monte de O Castro, en Vigo, se está viendo empañada por la tala de árboles llevada a cabo en los últimos días en diferentes puntos del parque vigués. Diferentes colectivos denuncian que el Concello está practicando una tala masiva de ejemplares aprovechando las obras de restauración de la muralla. “Denunciamos que el Concello de Vigo está talando árboles longevos y nobles que se encuentran en buen estado”, lamentan desde Ecologistas en Acción.

También se han sumado a las críticas desde el grupo municipal de Marea de Vigo. La formación asegura que “en los pasados días se talaron injustificadamente una docena de árboles en O Castro, atentando contra la biodiversidad de la ciudad y ayudando al cambio climático contra el que toda la sociedad, incluido el gobierno local, debe luchar”.

En este sentido, concuerdan con Ecologistas en Acción y aseguran que la “rehabilitación en ningún puede poner en peligro el patrimonio natural ni justificar una tala de árboles para incrementar la contaminación lumínica y empeorar la calidad del aire” matizan.

Así, muestran su desacuerdo con la iniciativa de iluminar la muralla dentro del plan de rehabilitación por lo que lamentan que “el Gobierno local de Abel Caballero insista en seguir en la línea de políticas de ornamentación de la ciudad a base de luz artificial”.

El pasado 19 de abril, la Concellería de Parques e Xardíns anunció el inicio de la "retirada escalonada" de árboles en mal estado en diferentes puntos de la urbe gallega. El Concello señalaba entonces que adoptaba esta medida preventiva recomendada por los técnicos con el objetivo de garantizar la seguridad y evitar riesgos tanto para los vehículos y los ciudadanos. Se trataba de árboles en el entorno del colegio Vicente Risco, en la calle Manuel Olivié, en Samil y en la Gran Vía.

Esta no es la primera vez que la eliminación de árboles causa polémica en la ciudad. La humanización de Gran Vía, con la construcción de las rampas mecánicas, se saldó con la tala o el trasplante de todos los árboles de la zona en obras. Caballero defendió que con la medida se buscaba ofrecer “un lugar apartado de las vías de circulación en jardines donde la presencia de usuarios sea mucho menor”. De los 128 árboles que se recogían en el proyecto de reforma de toda la avenida, 74 árboles serían trasplantados y otros 54, talados. El informe técnico municipal aconsejaba talarlos por “daños inaceptables”. Se trataba principalmente de tilos y castaños. Las explicaciones del regidor, que mantiene su compromiso de que “habrá el doble de vegetación de la que había” no pareció convencer a los críticos que llevaron las quejas incluso a los conciertos de Castrelos.

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