La Federación de Saúde da CIG de Vigo denuncia la problemática que se está viviendo "un ano máis" en el área sanitaria viguesa como consecuencia del ya tradicional cierre de unidades y la reducción de camas en otras durante el periodo estival por parte del Sergas. La central sindical indica que esto está provocando que una media diaria de 20-25 pacientes tengan que espera de un día para otro en urgencias a la espera de que se produzcan altas, con el consiguiente trastorno para los pacientes y sus familiares, incluso también para el propio personal sanitario.
Desde la CIG señalan que pese a la sensación de normalidad que se pretende transmitir desde la Consellería de Sanidade el cierre de camas está suponiendo un atraso en el ingreso en las plantas, "sobrecargando o servizo de urxencias e tendo que improvisar solucións como o desdobramento de camas ou habilitación de cuartos destinadas para outros fin, precisamente xusto cando menos persoal hai nas plantas e nos servizos”.
En este sentido, lamentan que la continua reestructuración y movilización de personal -tanto fijo como eventual- por las diferentes unidades/hospitales está generando en el cuadro de personal "gran incerteza e inseguridade". Además, es más frecuente que los pacientes estén asignados a unidades no vinculadas con sus patologías. “Todo isto dificulta a asistencia, polo que as profesionais demandan poder realizar o seu traballo asegurando a calidade asistencial aos doentes”.
Por ello, la CIG-Saúde de Vigo advierte que esta situación está provocando una nueva sobrecarga de trabajo “tanto física como mental no persoal dos hospitais, evidenciándose unha vez máis a falta de solucións por parte da Xerencia, a arbitrariedade no criterio de peche de camas e a falta de información á representación das traballadoras/es a respecto das reestruturacións, que coñecemos unicamente de man do persoal afectado”.