Denuncian reducción "de líneas y frecuencias" en Vitrasa tras concluir la huelga

Imagen de Archivo de un Vitrasa

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La sección sindical de CIG en Vitrasa, concesionaria del transporte urbano de Vigo, denuncia que la empresa culpabilizó al cuadro de personal de las molestias que ocasionaba en las usuarias y usuarios la reducción de servicios durante la huelga, pero una vez que el comité decidió suspender el paro denuncia que la dirección consolidó estos recortes como "horarios de Nadal".

Desde la CIG-Vitrasa señalan que la compañía redujo, por ejemplo, las frecuencias de los autobueses que llegaban hasta Beade, Chans, Fragoselo o Candeán. En otros casos, como en las líneas de Valadares-centro (L7), Cuvi-Areal (L8), Aeroporto-Praza da Industria (L9) y Saiáns-Teis (L1) se eliminaron las partes del recorrido que resultaban menos atractivas económicamente para la empresa.

“Aínda que nun principio a escusa destes recortes foi a folga, no momento en que os traballadores e traballadoras fixeron un alto nas mobilizacións a denominación destes recortes mudou a horarios de Nadal, manténdose a redución de servizos, o que demostra que é unha reestruturación baseada unicamente no aforro de custos sen pensar na diminución de calidade do servizo”, censuran.

En este sentido critican que Vitrasa lleva meses realizando pequeños recortes, sobre todo en las frecuencias de paso de algunas líneas, como la L16, L24 y C2. Esta última llegó a desaparecer a primeros de mes como consecuencia -según sostiene la propia empresa- de los cortes de tráfico en el centro de Vigo. “Todo isto loxicamente coa aprobación do Concello de Vigo, que a pesar de non querer mediar no conflito entre a compañía e o cadro de persoal permite a supresión de servizos á súa cidadanía”.

Nuevas movilizaciones

Finalmente, recuerdan que el comité optó por desconvocan las movilizaciones con el voto en contra de la CIG, y solicitó una mediación que permita llegar a acuerdos con la empresa tras un año intentando negociar un nuevo convenio, cuatro jornadas de huelga en el mes de agosto, 15 días de paros parciales en octubre y otras 18 jornadas de huelga entre noviembre y diciembre.

La representación sindical muestra, de este modo, su disposición a negociar un convenio que "se encuentra paralizado por el inmovilismo" de la empresa. Al mismo tiempo, reclaman del Concello una mediación en el conflicto que nunca se llegó a producir. Con todo, entienden que la subida de cinco céntimos en el precio del billete abre un nuevo horizonte en las negociaciones. "En caso de non chegar a acordos retomaremos as mobilizacións co inicio do curso académico”, concluyen.

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