La CIG ha denunciado este miércoles la "agresión salvaje" al personal técnico de emergencias que tuvo lugar la noche de Todos los Santos. Los hechos, que sucedieron en torno a las 6:30 horas, se produjeron cuando un paciente del PAC y dos acompañantes agredieron a un técnico tras protagonizar previamente un incidente violento en el interior del centro de salud. "Dos trabajadoras tuvieron que encerrarse en una consulta médica para evitar ser agredidas", explican desde la central sindical. Cuando el técnico de emergencias accedió al interior del centro médico tras realizar un servicio se encontró con el paciente, que se abalanzó sobre él, según el relato de la CIG. "Fue en este momento cuando el sanitario recibió la agresión por la espalda de un hombre y de una mujer que acompañaban el paciente, cayendo al suelo y recibiendo patadas y puñetazos por todo el cuerpo", explican.
La agresión finalizó con la llegada de la Guardia Civil, aunque su actuación no convence al sindicato. "A pesar de que el afectado expresó su intención de presentar denuncia, los agentes se limitaron a identificar las personas causantes de la agresión", señalan. “Esto lanza un peligroso mensaje: una persona que se encuentra de fiesta puede entrar en un centro médico, agredir brutalmente a un sanitario y continuar con su noche de fiesta”, censuran.
Este tipo de incidentes se resuelven habitualmente con multas o sanciones leves, ya que las agresiones al personal sanitario que no tiene contrato con la Administración (y que por lo tanto no son funcionarios/as) no se consideran de oficio atentados contra la autoridad. “Por eso vamos a reclamar que todas las agresión sean consideradas de este modo, independientemente del contrato que se tenga”, explica la CIG.
Al mismo tiempo, denuncian que la central operativa de servicios de la Guardia Civil niega el envío de patrullas cuando se avisa a una ambulancia para intervenir en situaciones en las que se sabe con antelación que hay personas en actitud agresiva o violenta. “Lo que hacen es decir que primero vaya la ambulancia para confirmar este extremo”, censuran los sanitarios.
Desde la CIG-Salud reclaman la adopción de medidas de seguridad urgentes ante la el aumento de las situaciones violentas en los centros de salud. En el caso de Cangas, la central sindical solicitó las medidas necesarias para asegurar la realización de asistencia y atención en condiciones de seguridad. En este sentido, recuerdan que los PAC son centros especialmente sensibles al realizarse parte de la jornada en horario nocturno y con un número reducido de personal. También demandan que el Sergas ponga los servicios jurídicos necesarios a disposición tanto de las trabajadoras del PAC afectadas cómo del técnico del 061 herido.
Al mismo tiempo, alertan que este tipo de agresiones están aumentando, como en el caso reciente ocurrido en el centro de salud de Coia, en el que un incidente similar se saldó con una mampara rota.