El conselleiro de Medio Rural, José González, ha informado de que ha sido necesario desalojar en las últimas horas a 54 vecinos de cuatro aldeas del municipio de Quiroga (Lugo) ante el riesgo de que el fuego salte el río Lor.
En una entrevista con la TVG, que recoge Europa Press, explica que ese desalojo se produjo por "precaución" ante la posibilidad de que el fuego pudiese saltar el río, aunque no hubiese proximidad de llamas a las casas. En concreto, las evacuaciones se produjeron en las aldeas de Bustelo de Lor, Lamas de Lor, Vilar de Lor y Xestoso.
Asimismo, se ha referido a las dificultades para los medios para actuar esta mañana en la zona de O Courel --van más de 10.000 hectáreas arrasadas-- debido al humo, por lo que se retomará su actividad "en cuanto sea posible".
Además, destaca los trabajos realizados en la parte norte de O Courel para evitar que el fuego entrase el entorno natural de Devesa da Rogueira, en donde se realizan trabajos técnicos consistentes en quemas de ensanche, entre otras.
"Muchísimos problemas" en Quereño
Por otra parte, el conselleiro de Medio Rural asegura que en el incendio en Valdeorras, con 10.500 hectáreas quemadas, "no hay frente activo", si bien el miércoles hubo "muchísimos problemas" en las inmediaciones del pueblo de Quereño, en el municipio ourensano de Rubiá. Ahora se trabaja en evitar reproducciones.
Sí que hay frente activo en Vilariño de Conso, un fuego que afecta a 4.200 hectáreas del Parque Natural do Invernadeiro. Si bien "no hay llamas" en Oímbra ni en Verín, "no quiere decir que estén estabilizados".
Igualmente, recuerda la "situación climatológica extraordinaria" con una tormenta seca y rayos que provocó incendios en zonas en las que "no son habituales", como O Courel. A esto se suma "la dificultad añadida" de que son áreas muy escarpadas y de "muy difícil acceso", lo que "complica mucho el dispositivo", unido a cuestiones como las temperaturas elevadas da lugar a un comportamiento "muy virulento" del fuego.
Por todo ello, defiende como una "decisión acertada" que los técnicos recomendase los desalojos. "Comprendo la situación de la gente que tiene que salir sin saber si va a volver a ver sus casas", afirma, pero justifica que siempre se trabaja para "mantener la vida de las personas".
En esta línea, José González opina que el cambio climático es "un factor más que puede agravar la situación", pero cree que la clave pasa por la "necesidad de hacer más gestión del territorio", ya que hay "muchísima carga de combustible" en el monte. Pone el ejemplo de la actividad agroganadera que ayudó a proteger una aldea en la parroquia de Parada dos Montes, en el municipio de A Pobra do Brollón.