Descubre el interior del olvidado Pazo da Raposeira de Vigo, "un pequeño Castrelos" en Sárdoma

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Nueva vida para el histórico Pazo da Raposeira. El monumental inmueble, que estuvo abandonado durante décadas, luce ya de nuevo totalmente recuperado y podrá ser visitado por los vigueses y viguesas en breve para conocer parte de la historia de la ciudad que muchos desconocen. "Nos encontramos un pazo absolutamente destruido, fue desolador", resumió este sábado el alcalde, Abel Caballero, durante una visita con los medios de comunicación y los responsables de la obra.

Los trabajos, cofinanciados por fondos europeos, tuvieron un coste de 1,8 millones de euros y fueron adjudicadas a Construcciones Abal. Con ellos, se ha logrado devolver a la vida un recinto que sufrió una serie de controvertidas decisiones que acabaron por dejarlo cercado entre una gran superficie comercial y naves industriales. Aunque es de titularidad municipal desde 1986, después de un acuerdo que permitió construir el hipermercado Alcampo de la Avenida de Madrid, hasta ahora nada se había hecho para protegerlo del paso del tiempo. En parte, también porque su última propietaria podía usarlo hasta su fallecimiento. 

El Pazo da Raposeira fue sufriendo diferentes cambios a lo largo de su historia, pero su construcción inicial se remonta al siglo XVII, experimentando un cambio muy importante en 1712, cuando se construyó la torre, la capilla y el patio de armas.

Las obras actuaron en la envolvente térmica y las carpinterías exteriores, además de la retirada de elementos para dejar el edificio en su arquitectura original. Aunque en origen la propiedad contaba con un enorme terreno, ahora se reduce a unos 4.800 metros cuadrados, donde se incluye el pazo y sus jardines, dos de ellos de estilo francés. El primero está situado en el patio de armas y el otro en uno de los accesos. También destaca su hórreo, de casi 12 metros de longitud apoyado en 12 pies de granito, que ha sido también recuperado.

"Al servicio de la ciudad"

Tras tomarse la decisión de rehabilitarlo, se recuperó todo el edificio y, ahora, el Concello buscará dotarlo de vida. Para ello, el Gobierno local ha decidido instalar en su interior una oficina descentralizada del Concello donde poder hacer trámites administrativos. También ocupará parte del inmueble la asociación de vecinos, así como una oficina de empleo. 

En cualquier caso, se busca también habilitar los salones para el uso de colectivos y entidades sociales, así como encuentros empresariales o institucionales. De hecho, la inauguración oficial del edificio se producirá con una reunión del Gobierno local. Según avanzó Caballero, también se abrirá al uso a bodas y otros eventos. "Es un Castrelos en pequeño", señaló Caballero.

@metropolitanovigo El monumental inmueble, que estuvo abandonado durante décadas, luce ya de nuevo totalmente recuperado y podrá ser visitado por los vigueses y viguesas para conocer parte de la historia de la ciudad que muchos desconocen. #vigo #patrimonio ♬ Paradise - Ben Fox

Una antigua familiar nobiliaria

Un estudio del historiador Rafael Rodríguez Fernández-Broullón señala que el pazo fue propiedad de las familias Araúxo, Arce, Montenegro y Saavedra. Según un testamento de 1616, el propietario pasó a ser Antonio López Araúxo, que se dedicaba al comercio y llegó a ser alcalde de Vigo. El escudo de los Araúxo se encuentra de hecho en una de las fachadas. Sin embargo, “su mayor esplendor” se daría con la familia Arce.

Su última propietaria, Rosario Montenegro López Saavedra, dispuso de derecho de usufructo del inmueble hasta su fallecimiento, pasando a ser propiedad efectiva del Concello en 2013.

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