La jornada del jueves terminó con una compleja situación para la Policía Local de Vigo. Cerca de las 22:55 horas, la central de comunicaciones del cuerpo recibió una llamada de alerta desde un local ubicado en la calle Bravo de la ciudad. En este aviso, el informante aseguraba que una clienta del negocio estaba increpando a las personas allí presentes.
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Hasta el lugar se trasladó una unidad de la Policía Local, que nada más llegar quiso recabar toda la información posible, por lo que se entrevistó con el propietario del lugar. Este les indicó que desde que llegó, esta mujer comenzó a tirar el mobiliario y a insultar a toda la gente que se encontraba en el establecimiento.
La aludida se encontraba sentada en un taburete, frente a la barra. Los propios agentes comprobaron la actitud y conducta relatada por el propietario, por lo que se dirigieron a la mujer. Trataron de dialogar con ella y calmarla, para reconducir la situación e invitarla a abandonar el lugar, pero ella se negó.
Tanto es así que se negó a colaborar y decidió tumbarse sobre una mesa, sujetándose a la misma y negándose a marcharse. De forma paralela, profería insultos a los agentes, que tuvieron que soltarla y guiarla al exterior del local. Esta, continuó increpando y tratando de agredir a los policías con patadas y puñetazos, que lograron esquivar.
Finalmente, toda la actuación se saldó con la detención de la implicada, que respondía a las iniciales de A. R. A., de Madrid y con 48 años. Se la detuvo por la supuesta comisión de un delito de desobediencia y resistencias graves y desórdenes públicos.