Después de años de inacción por parte de Abanca, arrancan las obras para consolidar el talud de San Roque, en la Avenida de Madrid, que se había convertido en un problema de seguridad para viandantes y vehículos que circulan por una de las vías de servicio del principal acceso a la ciudad.
El Concello instaló a comienzos de año unas vallas para limitar el tránsito peatonal, momento en el que inició los trámites para acometer los trabajos de forma subsidiaria y pasarle después la factura al banco surgido de las antiguas cajas de ahorros gallegas, al ser el propietario del Pazo de San Roque y, por tanto, encargada del mantenimiento del talud de la finca hacia la Avenida de Madrid. Hace solo unas semanas, el Concello cerró por completo el acceso a vehículos, aunque los peatones seguían recorriendo el tramo, de unos 150 metros, con el peligro que conlleva.
Finalmente, el alcalde, Abel Caballero, confirmó este miércoles que las obras de mejora de la seguridad durarán dos meses y tendrán un presupuesto de 109.403,49 euros, que abonará Abanca. Según apuntan desde el Concello, el proyecto redactado por Pedro de la Puente Crespo contempla “minimizar los trabajos de conservación y mantenimiento posterior, así como conseguir una idónea integración y un bajo impacto visual”.
Así, las obras se ejecutarán con tres soluciones diferentes. En la parte más próxima al suelo, donde el talud está cubierto por vegetación, se instalará una malla de triple torsión para controlar la caída de desprendimientos. En una zona rocosa existente en el lateral izquierdo del talud, junto a las escaleras, se instalarán además piquetas, para reducir la necesidad de mantenimiento. Por último, en la zona rocosa superior, en la que existe un mayor riesgo de desprendimientos para los usuarios de la acera y el vial, la malla estará reforzada con bulones y un cable de acero en diagonal.