El Colegio Hogar se ha convertido en una factoría de material de protección autóctona desde que se desató la pandemia hace un mes. El centro vigués ha entregado una nueva remesa. En esta ocasión 33.000 mascarillas de primera barrera de protección y más de 6.000 pantallas faciales a las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a la Xunta de Galicia, a centros penitenciarios, a instituciones sanitaria, a ayuntamientos de menos de 30.000 habitantes o empresas colaboradoras o residencias de mayores. A estas unidades entregadas se suman las 20.000 donadas por Abanca y las 7.000 pantallas fabricadas en el Colegio Hogar que se han distribuido en todas las residencias de mayores de Galicia.
En esta labor está siendo clave la ayuda que ofrecen 49 costureras voluntarias que, desde sus casas, asumen los remates de estos elementos de seguridad para pacientes y profesionales vinculados con el ámbito de la salud. Para conseguir alcanzar un volumen de producción tan elevado, está resultando indispensable la dedicación de docentes, PAS y alumnos del Colegio Hogar, así como de las trabajadoras y trabajadores voluntarios de la Obra Social de Abanca.
Esta iniciativa que comanda el departamento de Artes Gráficas del Colegio Hogar, conocido como La Cocina Gráfica, cuyo taller de impresión digital es un referente a nivel estatal, se está desarrollando desde el pasado 20 marzo, solo unos días después de la declaración del estado de alarma.
Esta colaboración durante la crisis sanitaria es posible gracias a la colaboración de las grandes empresas del sector mediante la maquinaria que ponen a disposición del Colegio Hogar. Firmas como SignTronic, Siser, Framum Techno, Tajima, Roland DG y Delikia.