Nueva jornada de protestas en Vitrasa. El comité de empresa de la concesionaria de transporte urbano de Vigo decidió en una asamblea de trabajadores realizada el pasado 24 de julio aprobar un calendario de movilizaciones que comenzará con cuatro jornadas de huelga que tendrán lugar en la primera semana de agosto. Los días elegidos son el martes 3, el viernes 6, el sábado 7 y el domingo 8. Desde los representantes de la plantilla no descartan que tras estas cuatro jornadas no continúen las protestas con paros parciales y jornadas de huelga en fechas todavía por determinar.
Este calendario de movilizaciones aprobado por una amplia mayoría de los trabajadores -107 votos a favor, cinco en contra y tres en blanco- pretenden hacer cambiar a Vitrasa una trayectoria que el comité de empresa considera que "en los últimos tiempos está creando bastante crispación" en la plantilla. El comité de empresa "valora muy positivamente" el alto porcentaje de aprobación de las protestas, ya que considera que demuestra "el grado de insatisfacción del cuadro de personal".
Estas cuatro jornadas de huelga en agosto y la posibilidad de ampliar las protestas a más días se debe a diversos motivos. El comité de empresa de Vitrasa denuncia las "jornadas interminables que llegar a ser de hasta diez horas seguidas de conducción", "falta de descanso dentro de la propia jornada", "situaciones de estrés extremo al volante", "incumplimientos de convenio por parte de la empresa", "la negativa de la dirección a negociar un convenio caducado e incluso dos atrasos en el abono de las nóminas en los últimos seis meses" y "la negativa de la concesionaria a colocar unos armarios en los que el personal de conducción pueda tener la ropa de recambio o sus objetivos personales". Estos son los principales motivos por los que el cuadro de personal decidió apoyar las movilizaciones propuestas por el comité de empresa.
Por otro lado, el comité de empresa hace un llamamiento al Concello de Vigo "por su inmovilismo" ante los "incumplimiento reiterados" como son el impago de los salarios o un "servicio deficiente" que, denuncian, deja a pasajeras y pasajeros en las paradas a pesar de tener autobuses parados en las cocheras, a los que el Concello, como adjudicatario de la concesión, debería requerir que se diera una solución inmediata.