El comité denuncia que Vitrasa sigue queriendo reducir salarios y pide intervención municipal

EP

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Los trabajadores de Vitrasa han vuelto este viernes a las movilizaciones tras constatar que la concesionaria del transporte urbano de Vigo mantiene su intención de reducir sueldos y aumentar jornada anual, y ello a pesar de que su pretensión de aplicar un 'descuelgue' salarial fue rechazada en un laudo arbitral.

El presidente del comité, Imanol Arnoso (CIG), ha señalado que, tras ese laudo, la plantilla solicitó a la empresa retomar las negociaciones del convenio, que está caducado desde finales de 2020, pero "la sorpresa" es que Vitrasa, han denunciado, "se niega" a negociar un acuerdo si no se contempla esa rebaja de sueldos.

"Tenemos el sueldo congelado desde finales de 2020, ahora mismo estamos perdiendo un 13 % de poder adquisitivo. Si le unimos la rebaja que quiere la empresa ...no, es imposible", ha constatado, y ha anunciado que el comité iniciará una campaña de información entre los trabajadores (unos 350) que culminará con una asamblea, y no descarta la próxima convocatoria de huelga en el servicio.

Por otra parte, Imanol Arnoso ha vuelto a lamentar que, por parte del gobierno municipal, "se han limitado a decir que estaban en contra de la rebaja de los salarios", pero no ha habido ninguna otra intervención.

"El Concello tiene que intervenir, les han dado una prórroga de la concesión de 5 años por la cara y han subido el precio del billete. Entendemos que el precio del billete se tiene que actualizar, pero nuestros salarios también", ha sentenciado.

Respuesta del alcalde

Cuestionado acerca de la protesta de los trabajadores, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, ha afirmado que desconoce la "opinión" de la plantilla, aunque ha recordado que mostró su rechazo a la pretensión de Vitrasa de rebajar sueldos. "Sí que actué, dando mi opinión", ha señalado en rueda de prensa el regidor.

Por otra parte, ha insistido en que los problemas de la plantilla de Vitrasa se circunscriben las relaciones laborales entre la empresa y sus trabajadores, y ha apuntado que no tiene "duda" de que su opinión "pesó bastante" en el laudo arbitral que rechaza la inaplicación del convenio (a pesar de que, en su día, reclamó a la Xunta que paralizase el proceso de arbitraje que concluyó con el laudo favorable a los trabajadores).

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