El Concello sigue preparando al detalle la prolongación del túnel de Porta do Sol hasta Torrecedeira. La obra que supondrá soterrar el tráfico en pleno corazón de Vigo acumula ya varios años. Lo que en un principio iba a ser un paso subterráneo hasta Elduayen, lo que causó una importante oposición vecinal, será finalmente un túnel hasta Torrecedeira, lo que permitirá ganar para los peatones tanto Elduayen como el Paseo de Alfonso, una zona que destaca por contar con uno de los miradores más espectaculares del centro de la ciudad, un mirador que, por otro lado, lleva vallado desde 2019.
Los trabajos continúan. A medida que avanzan las actuaciones, han aparecido diversos hallazgos arqueológicos. El desafío que afronta ahora el Concello es sortear la histórica muralla de la ciudad. Por ello, el alcalde de la urbe gallega, Abel Caballero, ha anunciado que en la Xunta de Goberno Local de este viernes se ha procedido a la licitación del proyecto que determinará "por dónde" debe ir el túnel que irá desde Elduayen hasta Torrecedeira. El regidor vigués indicó que el presupuesto de esta actuación es de 288.000 euros. "Nos tiene qué decir por dónde tenemos que llevar el túnel y de qué forma salvamos la muralla", explicó el máximo mandatario municipal.
Abel Caballero detalló una vez esté terminado el proyecto de prolongación del túnel de Porta do Sol a Torrecedeira será remitido a Patrimonio de la Xunta y una vez reciba luz verde se procederá a iniciar la obra. El alcalde de la ciudad olívica destacó que actualmente vigueses y visitantes ya pueden disfrutar de la peatonalización de la gran plaza de Porta do Sol y de la calle Elduayen.
El Concello afronta con esta actuación una de las grandes obras de la etapa de Abel Caballero desde que ocupa la Alcaldía desde 2007. No obstante, además de la oposición que suscitó inicialmente la construcción de las bocas del túnel en Elduayen, las críticas persisten ante el hecho de soterrar el tráfico en pleno centro de Vigo, una demanda que encabeza la asociación Vigo Histórico. Los críticos ante esta obra aseguran, más allá del impacto ambiental que genera, que la ciudad ya se ha habituado a circular por vías alternativas ante el periodo tan largo en el que están activos los trabajos, que ya acumulan varios años.