La recuperación de la Panificadora es “imparable”, en palabras del alcalde de Vigo, Abel Caballero. Este jueves, la Xerencia de Urbanismo aprobará la modificación del PEPRI del Casco Vello, un nuevo paso que permitirá avanzar “definitivamente” en la reforma del edificio d la Panificadora.
Tas el concurso de ideas, que permitió desarrollar el futuro de las instalaciones para transformarlas en una zona de equipamiento público sociocultural, el Concello de Vigo avanza ahora con la aprobación provisional de la modificación del PEPRI tras recabar informes sectoriales de las consellerías de Infraestrucutras y Vivienda y Medio Ambiente y de los ministerios de Economía y Transición Ecológica. Se recibieron también los informes de Patrimonio de la Xunta de los que se “incorporaron todas las sugerencias”.
Entre las peticiones urbanísticas, se incluyó el mantenimiento de la estructura de la calle Santiago e las pautas de la guía de color, así como la dotación mínima de 20 plazas de estacionamiento sin afectar a las zonas verdes, el respeto a la normativa de accesibilidad y la evaluación del proyecto en la Hacienda Pública.
Además, el regidor vigués también explicó que fueron desestimadas ocho alegaciones, todas ellas de los propietarios. “Estaban hechas en interés privado y contrario a la ordenación”, aseguró Caballero.
El documento inicial establecía que la verdadera transformación radical de la parcela, a nivel urbanístico, es el sustituir los aprovechamientos lucrativos residenciales, de casi 24.000 metros cuadrados, por dotaciones públicas, de equipamientos para un uso sociocultural con 9.400 m2 de superficie construida, la Nova Panificadora, y además, por espacios libres y zonas verdes, que no tienen ninguna superficie construida alguna, con una nueva plaza pública.
Entre las dotaciones previstas inicialmente se encontraban una biblioteca, espacios de coworking y para emprendedores, locales de ensayo, zonas de exposiciones, espacios deportivos con un gimnasio, etc.
Su recuperación no pondrá en riego el “skyline de la ciudad”, ya que se respetará la imagen icónica protegiendo los silos, el edificio principal, el almacén y el edificio de la rúa Falperra.
La recuperación de la Panificadora supone uno de los grandes retos de la ciudad, a la vez que la eterna promesa. Su valor urbano, arquitectónico, paisajístico, ambiental e histórico son ya patrimonio de la ciudad.
Los silos suponen el apartado más representativo con una altura de aproximadamente 25 metros sobre el patio con un mirador atalaya situado sobre los silos a 82 metros sobre la ría de Vigo. Los primeros silos se construyeron en 1931 mientras que la segunda fase de construcción finalizará en 1951.