La actual Praza da Igrexa, donde se encuentra la Colegiata de Vigo, estará totalmente cambiada en el plazo de dos años. Ese es el tiempo que se ha dado el Concello de Vigo para renovar toda la fachada situada frente a la Basílica y construir un nuevo edificio dotacional público que sustituya a las actuales y deterioradas edificaciones. Además de las necesarias expropiaciones, ya en marcha, el Gobierno municipal ha lanzado un concurso público al que se han presentado 17 propuestas.
Mientras se resuelven las expropiaciones, un jurado profesional será en el encargado de evaluar las propuestas arquitectónicas para llegar a un veredicto en mes y medio. Aunque el regidor no quiso confirmar el uso del edificio que sustituirá a los actuales, sí avanzó que en él se instalará “un servicio municipal de gran importancia al que accederá el público” pero también habrá zonas de uso para asociaciones. “No queremos un edificio del ayuntamiento cerrado”, explicó esta mañana Caballero para asegurar que “será un espacio para las gentes de Vigo”.
El jurado, que estará compuesto por la concelleira de Urbanismo, María Xosé Caride, tres arquitectos designados por la Xerencia de Urbanismo, una arquitecta de Patrimonio de la Xunta, dos arquitectos del COAG y varios técnicos, deberá evaluar ahora los proyectos para elegir al que mejor se adapte a las necesidades del edificio dotacional de 760 metros cuadrados que sustituirá a las actuales edificiaciones. El ganador recibirá 15.000 euros y el encargo de diseñar el proyecto constructivo, tarea que deberá desarrollar en cuatro meses. La obra se licitará en seis meses y el Concello quiere tenerla finalizada en “menos de dos años”. Para su financiación, el Gobierno municipal optará a fondos europeos.
Está todavía por resolver qué pasará con los negocios presentes en los bajos de algunos de los edificios. En septiembre, el regidor vigués reconoció que “hay dos comercios e intentaremos buscar una solución”. Preguntado por este diario sobre el futuro de los pequeños autónomos que desarrollan allí su actividad, Caballero aseguró que la intención municipal “será apoyar lo máximo posible su actividad con voluntad y diálogo para resolver el problema que puedan tener estas dos familias” pero también expresó que “con o sin acuerdo se va a expropiar”.
Adquirir los inmuebles situados en los números 6,7,8,9,10,11 costará al presupuesto municipal 477.000 euros. El edificio que mayor desembolso supone será el ubicado en el número diez, que se ha valorado en 164.000 euros, seguido del número 9, con 102.000 euros, el número 8, con 61.000 euros, el 6 con 68.000 euros, el 11, con 42.000 euros y el 6, con 68.000 euros.
“La primera piedra de la Basílica de Santa María la puso el bisabuelo de mi abuelo, José Manuel Caballero, siendo alcalde de Vigo, allá por 1815, y yo quiero poner la primera piedra de la rehabilitación de la zona de enfrente”, recuerda siempre que puede el actual regidor vigués.