El corte de una calle del centro complica el tráfico en Vigo por unos días

Alivio para algunos y estrés para otros en el centro de Vigo. La semana ha arrancado con limitaciones al tráfico en una de las arterias de una parte de la ciudad, lo que ya está provocando complicaciones en la circulación en las horas punta del día. Desde este mismo lunes, unas obras de canalización han obligado a restringir el paso de vehículos en el entorno de Pi y Margall, y la situación se extenderá por varios días.



Así lo advertía ya la página municipal de avisos, en la que se especifica que la empresa empresa Edelne SL estará toda esta semana trabajando en el cruce entre Pi y Margall con Llorente. Estos trabajos implican el levantamiento del pavimento en ambas calles, por lo que resulta imprescindible cortar el tráfico.

Según se especifica en el plan de obra, para llevar a cabo la canalización resulta necesario bloquear completamente el carril derecho que conduce desde Paseo Alfonso hasta la esquina con Llorente, y esta misma vía en sentido Santa Marta. Así permanecerá cerrado al tráfico hasta el próximo viernes 7 de noviembre.

Estas restricciones ya están afectando a la circulación por la zona, que absorbe el tráfico que antes pasaba por la Porta do Sol. Así, los conductores que descienden por Cachamuíña se unen a los que ascienden por Llorente y que se reparten entre ambas direcciones y Pi y Margall. Todo ello provoca que a primera hora se forme un embotellamiento en el mismo cruce de unos pocos minutos.

Un corte que permite soñar al peatón

Sin embargo, no todo es negativo en esta situación. Hace tan solo unas semanas, Metropolitano.gal se hacía eco de las denuncias de los vecinos y vecinas de la zona por el peligro que supone andar por Llorente. Las estrechas aceras, repletas de obstáculos y baldosas rotas, ponen en riesgo a quienes caminan por allí a diario (y hacen imposible pasar por allí a quienes tienen una movilidad reducida).



El corte al tráfico del carril de descenso ha permitido ganar un espacio para peatones, que ahora pueden utilizar el espacio que realmente necesitan. Si bien esta situación no será eterna, sirve de desahogo por unos días para quienes reclaman a la promotora del Barrio do Cura que agilice cuanto antes la urbanización del entorno que contempla en su proyecto.

 

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