El Entroido de Verán de Redondela busca su equilibrio alcohólico

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Primera prueba superada. El Entroido de Verán de Redondela se enfrentaba este sábado a su prueba de fuego. Tras años en el que el botellón formaba casi de la programación no oficial, el Concello decidió impulsar este año una polémica iniciativa de tolerancia cero.

Sin embargo, no todo ha sido negro o blanco. El cierre de la Alameda por obras –entorno habitual del botellódromo– evitó la acumulación de cientos de jóvenes bebiendo sin control, pero las calles del centro fueron incorporando grupos de personas que bebían en pequeños grupos. Se incrementó la presencia de cuerpos de seguridad, aunque muy limitada y fue apenas testimonial. El Concello de Redondela cumplió a medias sus objetivos.

La edición del Entroido de Verán de Redondela congregó, a simple vista, a menos asistentes –a falta de datos oficiales– y no pudo evitar el consumo de alcohol en las calles –menores incluidos–, pero sí se redujo drásticamente la aglomeración etílica. A pesar de no vender ni gota de alcohol en el Campo da Feira, donde se celebraban los espectáculos principales, el recinto se llenó.




Los hosteleros, que fueron muy críticos con la medida del Ejecutivo local y no pujaron por las barras 0,0, sacaron las suyas para hacer una de las mejores cajas del año. En la calle, la medida apenas se notó y entre los asistentes las opiniones se cruzaban. Unos apoyaban evitar que el Entroido sea una fiesta masiva “de borrachos” mientras que otros explicaban a este diario que “quien quiere beber beberá igual” y que lo único que se lograba era desplazar el botellón a la rúa Ribeira, antaño zona más familiar.

Entre los asistentes, también se echó de menos actividades de dinamización paralelas. "No puedes tener media tarde el pueblo sin actividades. Si no hay nada que hacer la gente beberá...", aseguraban algunos de los allí congregados.

Con todo, el Entroido de Verán de Redondela volvió a congregar a miles de personas con ganas de fiesta y con muy pocas vergüenzas para celebrar una de las últimas citas del verano.

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