Tras cien años en desuso, el viejo faro de Cabo Silleiro volverá a ver la luz. La sociedad que ganó el concurso para explotar las instalaciones situadas en Baiona como un hotel, está ultimando ya las obras para recuperar otra de las piezas claves del proyecto, y que será la primera en transformarse antes de dotar de usos hoteleros al icónico faro. Se trata del "faro viejo", situado unos 800 metros del actual, que se encontraba en ruinas desde 1924.
Según explicó este miércoles el Puerto de Vigo, estas instalaciones podrán abrir de nuevo sus puertas convertidas ahora en un espacio de cafetería con terraza en un entorno espectacular frente a la costa Atlántica en la segunda quincena del mes de julio. Según avanzó el presidente del Puerto de Vigo, Carlos Botana, tras una visita a la zona con el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, se trata de un espacio “lleno de sorpresas que se irán descubriendo poco a poco”.
Esta nueva cafetería/tapería promete ofrecer increíbles puestas de sol frente al océano, a escasos metros de la conocida como playa de los cristales. Además de la nueva edificación, se ha optado por habilitar zonas colindantes para la observación del oleaje y de las aves, así como la recuperación de la imagen del faro. Estas instalaciones ha perdido la torre con la linterna.
El hotel se retrasa
Por su parte, los trabajos de reconversión del actual faro "avanzan a buen ritmo" pero "habrá que esperar un poco más dada la envergadura de la actuación", explican desde la Autoridad Portuaria de Vigo. En el edificio se centrará en dos actividades: la restauración y un hotel de entre 18-20 habitaciones, a fin de conseguir un modelo de referencia que camine hacia la desestacionalización. Para ello, se han destinado alrededor de 1,3 millones de euros en la reforma, así como en el equipamiento y mobiliario para el desarrollo de la actividad.
El nuevo inmueble dispondrá de un total de 2.860 metros cuadrados de concesión distribuidos en tres plantas, además de una parcela de 1.845 metros cuadrados. El de Cabo Silleiro será el primer faro de la provincia reconvertido en hotel y el 3º de Galicia, sumándose de este modo al de Punta Insua (en Lariño, Carnota) y al de Illa Pancha (en Ribadeo, Lugo). A nivel nacional, seguirá el ejemplo del faro de San Sebastián, en la Costa Brava, y del faro de Punta Cumplida, en la isla de La Palma.