La segunda edición del festival sostenible The Wild finalizó este domingo y desde la organización se muestran muy satisfechos con el balance ya que pudieron disfrutar del evento más de 1.500 personas. Destacan que, debido la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, se redujo el aforo en más de un 90%, en concreto a 800 personas al día en los 13.000 metros cuadrados del Parque Forestal San Miguel de Oia.
“Estamos muy contentos. A lo largo de las dos jornadas acudieron al certamen más de 1.500 personas y recibimos muchos mensajes llenos de cariño y buenas palabras confirmando lo bien organizado que estaba todo y, por supuesto, lo bien que lo pasaron en las diversas actividades, tertulias, talleres, en los conciertos y en las actuaciones infantiles, algo que nos da muchas fuerzas para continuar con el evento el próximo año” afirma Juan de Castro, gestor cultural del evento.
Entre todas las actividades del festival destacó la andaina solidaria, hecha en colaboración con la Comunidade de Montes San Miguel de Oia y que destinaba una parte de la recaudación a la Fundación Fran Gil de lucha contra la leucemia. En ella pudieron disfrutar del evento cerca de 70 personas, mientras que en la Orientaventura, actividad para todas las familias y que por equipos debían llegar en el menor tiempo posible a las diversas pruebas de control, se acercaron en torno a 50 personas.
Destacan también los puestos de artesanos, de comida y de bebida, que fueron igualmente muy demandados y que no esconden su alegría por las ventas de sus productos o servicios, un soplo de aire fresco en estos momentos de tanta incertidumbre.
Seguridad, higiene y reciclaje
Uno de los principales objetivos de esta edición era reforzar al máximo la seguridad e higiene en el recinto con el fin de evitar contagios por coronavirus. De este modo, además de la toma de temperatura en el acceso al festival, también hubo personal cualificado vigilando que se cumpliera la normativa para conseguir un evento seguro, así como gel hidroalcohólico en diversas zonas para los asistentes o la separación por zonas de las diferentes actividades.
Ya en el campo de la sostenibilidad, se habilitaron diversos "containers" de reciclaje y, al final del certamen, se hizo un nuevo acribillado para asegurarse de que todo estuviera correctamente separado. Como novedad, destaca el "container" de biorresiduos para las sobras de comida que se compostarán y se obtendrá un abono destinado al cultivo o plantación de árboles, cerrando así el círculo.