La Mesa del Congreso ha adoptado este miércoles un acuerdo, con los votos del PSOE y Sumar y la oposición del PP, para que las lenguas cooficiales puedan utilizarse en el hemiciclo ya desde el próximo martes, incluso antes de que se apruebe la reforma del Reglamento del Congreso que se registró con este objetivo la semana pasada.
De hecho, los diputados que lo deseen ya las podrán usar en el debate de toma en consideración de la proposición de ley que contiene esa reforma reglamentaria, y que será el único punto del Pleno del orden del día que se celebrará la semana que viene.
Fuentes parlamentarias han explicado que la traducción del catalán, el gallego y el euskera estará garantizada desde el martes, puesto que el Congreso contratará a los traductores que estime oportunos de entre los que ya venían trabajando en el Senado. Eso sí, si alguien quiere hablar en bable o aranés deberá autotraducirse.
Además, habrá auriculares para que todos los presentes en el hemiciclo (no sólo parlamentarios sino también las taquígrafas, periodistas, invitados o público) puedan entender a todos los oradores. La Cámara ya cuenta con auriculares que se han utilizado en las visitas de invitados internacionales pero tiene previsto adquirir más.
Con esta decisión, el PSOE y Sumar dan cumplimiento al anuncio que realizó la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en el discurso que pronunció tras su elección el pasado 17 de agosto, cuando aseguró que las lenguas cooficiales podrían utilizarse desde ese mismo momento. De hecho, su uso fue la condición que los independentistas de ERC y Junts pusieron al PSOE para apoyar la elección de Armengol y garantizar así una mayoría progresista en la Mesa de la Cámara.
Aprobación exprés
Desde los grupos que conforman el gobierno de coalición en funciones defienden que este acuerdo para que se puedan utilizar incluso antes de modificar el Reglamento se ha tomado tras constatar que existe una voluntad mayoritaria en la Cámara de generalizar su uso, habida cuenta de que la reforma se registró con la firma de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG. Junts no la rubricó pero la apoya.
Fuentes socialistas han precisado que la contratación de los traductores para el Pleno de la semana que viene cuenta con plena cobertura jurídica gracias al acuerdo de la Mesa de este miércoles y que las que se hagan después, la primera para la investidura de Feijóo, estarán amparadas por la reforma reglamentaria que ya estará aprobada.
Tampoco aprecian ningún problema administrativo para unas contrataciones que se enmarcan dentro de los denominados 'contratos menores' (inferiores a 15.000 euros si son de suministro o servicio). De hecho, van a seguir el mismo funcionamiento que el Senado donde, según han explicado, se contrata a los traductores pleno a pleno. Por lo pronto, no se ha hablado de la posibilidad de que la Cámara se haga con un cuerpo estable de traductores.
Además, la Mesa ha dado el visto bueno formal a la reforma reglamentaria, que contempla el uso de las lenguas cooficiales en todos los debates parlamentarios, así como en la presentación de iniciativas.
La proposición de ley ha sido calificada con los votos del PSOE y Sumar, que también han acordado que se tramite por el procedimiento de urgencia como pedían sus promotores, lo que implica acortar los plazos a la mitad. El siguiente paso tendrá lugar este jueves, cuando la Junta de Portavoces convoque para la semana que viene la sesión plenaria en la que se aprobará de forma exprés.
Así, el martes, día 19, se celebrará el debate de toma en consideración y se aprobará su tramitación en lectura única --es decir, de una tacada en el Pleno y sin pasar por la Comisión de Reglamento, que aún no se ha constituido--. Después, los grupos parlamentarios podrán presentar las enmiendas que estimen oportunas y, tras su debate, el texto quedará aprobado en el Pleno el jueves.
Aviso de los servicios jurídicos
Los servicios jurídicos del Congreso se habían pronunciado a favor de la calificación de la iniciativa aunque avisando de es "muy difícil, si no imposible", aplicar la reforma "de forma inmediata o a corto plazo" y de que su puesta en práctica obligaría a "replantear todos los procedimientos parlamentarios" tal y como están concebidos en la actualidad.
La mayoría de la Mesa asume esas dificultades y ya está perfilando cómo debe abordarse la aplicación de la reforma, aunque por lo pronto ha acordado preparar la contratación de los traductores necesarios para el Pleno de la semana que viene y los de investidura.
La proposición de ley no menciona expresamente el catalán, el gallego o el euskera, sino que permite el uso de "cualquiera de las lenguas que tengan carácter de oficial en alguna Comunidad Autónoma de acuerdo con la Constitución y el correspondiente Estatuto de Autonomía", lo que abre la puerta al aranés y evita la polémica sobre la denominación de catalán o valenciano.
Esas lenguas cooficiales se podrán utilizar en todos los debates parlamentarios, tanto en el Pleno y la Diputación Permanente como en las distintas comisiones, y todo desde la misma entrada en vigor de la reforma reglamentaria.
Para textos escritos, una transición de seis meses
Lo único que se retrasa es el uso de lenguas cooficiales al presentar textos escritos, pues se establece un periodo de transición de un máximo de seis meses para adaptar los servicios de la Cámara, tiempo en el que los grupos podrán registrar iniciativas en euskera o catalán, pero deberán acompañar la traducción al castellano.
El Diario de Sesiones recogerá las intervenciones tanto en la lengua cooficial como en castellano, al igual que las actas taquigráficas de las sesiones que fueran declaradas secretas y no publicables. Y el Boletín de las Cortes publicará las iniciativas escritas en la lengua cooficial utilizada y en castellano. La Mesa del Congreso, oída la Junta de Portavoces, establecerá los procedimientos y medios necesarios para garantizar los servicios de traducción e interpretación de todas las lenguas que tengan el carácter de oficial.
Avanzar en el lenguaje inclusivo
Además, en su proposición de ley los grupos proponentes aprovechan para cambiar el masculino genérico de los artículos del reglamento afectados, y ya no sólo se habla de la lengua que podrán usar "los diputados", sino de "los diputados y las diputadas". Es más, se añade una Disposición Adicional para ordenar que "en el plazo más breve posible se acometerá una revisión del texto del Reglamento del Congreso para adecuarlo al lenguaje inclusivo de género". Avanzar en igualdad es uno de los compromisos que ha venido anunciando la nueva presidenta del Congreso para esta decimoquinta legislatura.