El ganador de 1,3 millones de la Primitiva en Vigo 'esconde' una rocambolesca historia de película

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Vigo tiene desde este pasado fin de semana un nuevo millonario que, además, deja una historia irrepetible de cómo ganó el premio. El relato bien podría protagonizar un anuncio de la Lotería de Navidad. El responsable de dar el premio es Rubén García Miguélez, que regenta Casa Puentes en la calle Progreso y donde cuenta con un punto de venta de Loterías y Apuestas del Estado. Hasta aquí, todo normal. Un cliente sella un décimo que logra la combinación ganadora. Pero la historia es de todo menos normal.

Rubén sabe perfectamente quién ha logrado el premio de 1,3 millones de euros, que lógicamente guarda con total secreto garantizando su anonimato. El ganador no estaba en Vigo la semana del sorteo, por lo que le pidió que hiciera una apuesta para la Primitiva y le enviara el décimo en una foto de WhatsApp. “Tengo confianza con él porque jugamos a la Bonoloto todas las semanas en una apuesta conjunta, y me pidió si le podía hacer una Primitiva de máquina con números aleatorios”, explica preguntado por este medio.

“Tuve el décimo yo toda la semana, él ni siquiera me lo había pagado. Es otro y se queda con el boleto o dice que es de los dos, pero el honor está por encima de todo”, explica Rubén mostrando su orgullo por el hecho de que el premio acabara en manos conocidas. “Se levanta de madrugada para ir a trabajar, me enorgullece enormemente de que sea él el agraciado”, cuenta aún teniendo en cuenta que el ganador dudó durante horas sobre sí realmente era millonario.

“Al saber que habíamos dado el premio, me vino a la cabeza el chico al que le había enviado el número por Whatsapp: dicho y hecho, era de él”,  explica Rubén para contar que fue entonces cuando lo llamó para darle las buenas noticias. “Como tenemos cachondeo se pensaba que estaba de broma y no me creía, pero más tarde me llamó con un júbilo enorme dándome las gracias”, recuerda el responsable de hacer millonario a un vecino.

¿Y cambió algo la vida al ganador? Pues por ahora sigue acudiendo al bar a tomarse su café y, esta vez, invitar al hombre que le ha hecho millonario. Por supuesto, volvieron a jugar juntos la combinación de la Bonoloto. Lo que sí espera Rubén es que sirva de efecto llamada porque ahora la suerte tiene un nuevo hogar en la ciudad olívica.

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