El Halo acordonado, árboles caídos y numerosas incidencias, así impactó la borrasca Aitor a Vigo

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Vigo recobra la normalidad tras las horas más intensas de la borrasca Aitor. A lo largo de esta mañana, los parques de la ciudad ya volvían a tener ocupantes en su interior mientras que la actividad se reanuda también al completo en el ascensor Halo, que en la jornada de ayer se procedió a acordonar el semicírculo cubierto ante la amenaza de que los vidrios no pudieran resistir el impacto de las rachas de tiempo del temporal que también provocó un gran número de incidentes en el resto de Galicia. "Se cerró esta pasarela por precaución, pero la empresa constructora acudió al lugar y aseguró que el vidrio puede aguantar perfectamente el impacto de cualquier temporal", expresó el máximo mandatario municipal.

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Abel Caballero enumeró que en las últimas horas tanto la Policía Local como los Bomberos realizaron un total de 34 intervenciones, de las que seis estuvieron relacionadas con inundaciones, cuatro con postes y cableado, otra con un incendio en una vivienda mientras que 15 estuvieron relacionados con la caída de árboles en diferentes puntos de la ciudad. "Los árboles tienen un periodo de vida, que en un temporal caigan quince árboles supone que estemos permanentemente pendientes del estado de arbolado, lo digo porque hay gente que protesta", indica el regidor de la urbe gallega.

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Por otro lado, las instalaciones deportivas de Vigo funcionan con total normalidad, donde hay que destacar que este jueves, a partir de las 21:00 horas, el estadio municipal de Balaídos acoge el choque entre el Celta y el Atlético de Madrid. Además, los parques de la ciudad olívica también han recuperado este jueves la normalidad plena, tras ser precintados ayer por precaución.

La borrasca Aitor, que en Galicia provocó más de 300 incidencias solo en la pasada noche, también afectó de forma frontal al aterrizaje de un vuelo de Air Europa procedente de Madrid. Pasajeros del avión relataron a este medio el "miedo" que sufrieron al abortar el piloto la llegada a la terminal viguesa. El vuelo regresó a Barajas, desde donde los ocupantes del avión tuvieron que coger "in extremis" el tren AVE hasta Ourense -para Vigo ya no quedaban plazas- y desde la ciudad de As Burgas coger un taxi para poder llegar a la urbe gallega, donde llegaron pasada la medianoche.

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