El Halo obligará a llevar por el centro de Vigo todas las rutas de la estación de buses

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Entre febrero y marzo las obras de construcción del Halo obligarán a los autobuses que se dirigen o salen de la nueva estación a cruzar la ciudad ante el corte de la salida de la autopista.  Así lo explicó este miércoles la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, en el Parlamento de Galicia para hacer balance los resultados de la infraestructura en su primer mes de uso.

Según detalló Vázquez Mourelle, la estación situada junto al Vialia de Vigo acogió en su primer mes a 100.000 viajeros y más de 5.000 expediciones. Señaló así que el “esfuerzo de la Xunta” en impulsar la nueva intermodal de Urzaiz “valió la pena”, pese a los “atrancos deliberados e injustificados” del Concello de Vigo, que -dijo- retrasaron más de seis meses la puesta en servicio de esta infraestructura estratégica para la ciudad.

Aunque en este momento el 65% de los autobuses que llegan y salen de la estación de Vigo emplean el enlace habilitado a la AP-9, en unas semanas todos deberán cruzar la ciudad por el centro. Según advirtió la conselleira, la modificación "unilateral" por parte del Concello del proyecto constructivo del Halo obligará a modificar los itinerarios de las líneas de autobús entre los próximos 13 de febrero y el 18 de marzo, ya que supondrá el cierre del entronque con la AP-9. Será preciso, por tanto, establecer rutas alternativas por el centro de la ciudad para las líneas de autobús afectadas con el consiguiente reajuste de trayectos y horarios.

El plan del Gobierno gallego pasa por hacer que los autobuses que ahora acceden a la intermodal directamente desde la autopista, empleen rutas similares a los que se dirigen a O Val Miñor, lo que implicará que recorran calles como Lepanto, Urzáiz, Travesía de Vigo o García Barbón, en función del recorrido.

La titular de Infraestructuras de la Xunta criticó los “atrancos” a los que se tuvo que enfrentar la Xunta, tanto para el traslado de los servicios de autobuses, como sobre el procedimiento de determinadas tramitaciones administrativas, en particular las relativas a la autorización de los accesos a la autopista. La conselleira también se refirió a la instalación, sin previo aviso y un día antes de la puesta en marcha de la nueva estación, de una señal prohibiendo el giro de los autobuses hacia calle Cervantes, afectando a los itinerarios programados.

Por último, Vázquez Mourelle resaltó que, pese a los continuos obstáculos, “la Xunta fue capaz de superar todas las dificultades que fueron surgiendo y poner a disposición de los vecinos de Vigo y de su área una estación de autobuses intermodal moderna y funcional y a la altura de sus necesidades”.

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