Nuevo giro en torno a la PassVigo. La tarjeta de transporte urbano que ha relevado a la antigua y extinta tarjeta verde de Vitrasa podrá ser empleada por personas que no estén empadronadas en la ciudad olívica. Así lo ha decretado el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1, que ha anulado el requisito de empadronamiento.
El fallo permite, por ejemplo, que los vecinos del área de Vigo puedan solicitar la PassVigo y beneficiarse de los descuentos en los billetes de bus urbano. El alcalde Abel Caballero señaló en rueda de prensa que esta decisión del juez "costará millones de euros a la ciudad" al mismo tiempo que comentó que ahora la PassVigo incluso "la podría tener alguien de Honolulu".
La Xunta pide a Caballero que “desista en su actitud de bloqueo”
Las primeras reacciones a la sentencia judicial que anula el requisito de empadronamiento para obtener la Pass Vigo no se han hecho esperar. Desde la Xunta de Galicia entienden que, con esta sentencia, “queda claro que el alcalde se extralimitó al restringir el uso de la tarjeta de transporte municipal al resto de ciudadanos del área metropolitana”.
“La falta de visión metropolitana del transporte público es una actitud contraria a los propios intereses de Vigo”, aseguran desde el gobierno autonómico ya que los vecinos no solo “podrían gozar de mayores descuentos” sino que los beneficios llegarían con “más visitantes, reducción de tráfico y ruido y de contaminación atmosférica”.
Destacan desde el ejecutivo autonómico que el magistrado no solo hace referencia a la ley de 2017 impulsada por Núñez Feijóo sino también a la ley estatal de 1987 de Ordenación de los Transportes Terrestres.
“La Xunta lamenta que de nuevo sea Vigo y sus ciudadanos los que salgan perdiendo”, finaliza un comunicado oficial en el que se recuerda que “Vigo descartó finalmente de forma oficial asumir las obligaciones adquiridas en el convenio firmado” con la Xunta y 12 concellos del área para incorporar el transporte urbano de la ciudad al programa de movilidad metropolitano. Ahora, piden que Caballero “desista” y facilite finalmente que el transporte público en el área se “ponga a la altura del que funciona en el resto de ciudades gallegas”.