Vigo y el resto de Galicia lloran la muerte de Berta Álvarez Cáccamo (1963). La artista falleció esta madrugada en su casa de Coruxo en Vigo. Así lo comunicó este viernes la editorial Chan da Pólvora, firma que le publicó "Tinta de luz", obra creada junto a Pepe Cáccamo.
La muerte de Berta Cáccamo deja huérfana a la pintura gallega. Se va uno de los referentes de la puntura abstractiva y conceptual. Ahora nos queda su legado. Una de sus obras se pueden contemplar y paladear en Vigo, en plena II República, en una de las medianeras que componen el programa de "Vigo ciudad de color".
La pintura se encuentra bajando la II República a mano izquierda, a la altura del número 12. La obra está envuelta por el color en amplias manchas y tonos, que mantiene en sí misma una estructura y un ritmo geométrico. La creación de Berta Cáccamo es un intuir, un atravesar, un ir más allá de lo real desde la realidad de la pintura. Una gran obra que ya forma parte de Vigo, un Vigo que no sería el mismo sin la personalidad y la creatividad de esta artista viguesa que nos ha dejado demasiado pronto.
Berta Cáccamo creció en una familia de artistas. Hija del escritor José María Álvarez Blázquez, y hermana del poeta José María y del novelista Alfonso Alvarez Cáccamo, vive en el ámbito familiar un espíritu de inquietudes que probablemente influye en su vocación plástica. Cursó los estudios de Bellas Artes en la Facultad San Jordi de Barcelona, donde obtuvo la licenciatura en 1986, año en el que comienza a exponer.
La pintura de Berta Cáccamo, dentro de la no figuración, es siempre abstractiva, conceptual, a base de amplias manchas de tonos asordados, con dominio de ocres y negros. Hay una estructura geométrica en sus composiciones, deliberadamente elementalizadas. A veces nos lleva a vagas referencias formales. El silencio parece imponerse en sus cuadros, de gran tamaño, con vagas y esquemáticas referencias formales, donde la materia es grumosa, de gran empaste. Circunstanciales criptografías constituyen contraste en ambientes de referencia geométrica. Pintura de indudable y muy recia personalidad, dotada de un extraño misterio que le da una peculiar fascinación. Figura en el Museo de Arte Contemporáneo de Galicia, en Santiago de Compostela; en el Museo provincial de Pontevedra y en exigentes colecciones particulares como la de Unión Fenosa de A Coruña.