El “mirador” submarino de la Ría de Vigo se podrá visitar el próximo año

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El proyecto de “Peiraos do Solpor” avanza según los plazos previstos. Tras la colocación de las primeras estructuras en la dársena de A Laxe en marzo de 2019, el Puerto de Vigo ultima ahora el diseño y proyecto del observatorio submarino, que debería estar instalado en el primer semestre de 2021 tras recibir financiación europea.

Una vez concluida la primera fase, la institución olívica lanza la segunda, conocida como “Puertos Vivos”, que aspira a obtener financiación europea. Se llevará a cabo en la dársena de A Laxe pero, en esta ocasión, frente al edificio de Portocultura. En este espacio se instalará un observatorio submarino, desde donde se podrán observar varios paneles verticales diseñados para la colonización de fauna y flora (con un espacio de 310 metros cuadrados), así como cinco arrecifes artificiales que, actualmente, está diseñando la empresa Econcrete.

La actuación para este observatorio bajo las aguas de la Ría de Vigo se completará con cuatro pantalanes flotantes y dos pasarelas que permitirán el acceso. El diseño se realizará a medida para optimizar la visibilidad del ecosistema y su relación con las infraestructuras portuarias.

Tras finalizar la instalación del observatorio, dará inicio la tercera y última fase, previsiblemente a finales de 2021 o inicios de 2022, que se contempla en la escollera de Bouzas, donde los vigueses podrán disfrutar del “solpor” de la Ría de Vigo. Allí se instalarán un total de 50 arrecifes artificiales y 50 piscinas también artificiales que simulan pequeños ecosistemas, además de una zona de paseo.

Peirao do Solpor en Bouzas, previsto para 2022

Hasta entonces, tanto la empresa israelita Econcrete como la Universidad de Vigo, siguen avanzando en nuevos diseños de arrecifes artificiales con el uso de impresoras 3D cada vez más sofisticadas y selectivas, para confeccionar ese gran jardín submarino del Puerto.

Peiraos do Solpor” es un proyecto pionero a nivel mundial, diseñado para mejorar la integración de los puertos con su entorno costero, potenciando el incremento de la biodiversidad en las infraestructuras portuarias y disminuyendo su impacto ambiental.

Las actuaciones previstas en cada una de sus fases van encaminadas a compatibilizar las actividades portuarias e industriales con el adecuado estado ecológico del intermareal (situado entre los límites de la bajamar y la pleamar).

El presupuesto total del proyecto asciende a 3.117.618 de euros, de los que se pretende conseguir financiación europea para un total de 2.484.293 de euros.

El proyecto cuenta con la participación de la empresa israelí Econcrete -especialistas en proyectos ecológicos a nivel mundial-; el astillero vigués de Cardama; la Technical University of Denmark; la Universidad de Vigo y la propia Autoridad Portuaria.

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