El mosaico romano de Panxón quedará expuesto de forma definitiva en la biblioteca municipal de Nigrán situada en la céntrica Praza de Fornes.Esta pieza arqueológica volvió en enero a Nigrán tras 25 años de exilio. Tras una exposición temporal en el salón de plenos municipal, ahora tendrá nueva ubicación permanente en la biblioteca. Para su exhibición ha sido contratado un servicio extra de seguridad.
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Después de una subasta en el año 2000, a esta pieza arqueológica se le perdió la pista hasta fue encontrada a la venta en un anticuario de Nueva York en 2018. En 2019 se constituyó una asociación para repatriarla. Así, en enero de 2022 la obra embarcó desde la galería Carlton Hobbs de Nueva York hacia Londres, lugar en el que estuvo más de un año paralizada debido a la burocracia por el Brexit.
Finalmente, llegó a Madrid el pasado 28 de noviembre de 2024 antes de ser devuelta e iniciar su retorno al municipio pontevedrés.
Obra de una villa romana
Este mosaico fue documentado en detalle en los años 70 del pasado siglo por el prestigioso arqueólogo Fernando Acuña Castroviejo, quien explicó su relevancia en una zona en la que existía una importante villa en el Bajo Imperio Romano, en donde también aparecieron ánforas, monedas y un ara a Mercurio.
Gracias a manuscritos del siglo XIX entregados por Xosé María Álvarez Blázquez, se sabe que la pieza apareció "en el sitio llamado el Castro" de Panxón. Perteneció primeramente a Umbelina González Lavandeira, viuda del señor De Puga, quien tenía su casa en la parroquia de San Xoán de Panxón.
En un principio, el fragmento del mosaico encontrado era más grande, pero fue rompiéndose por su mala conservación. Los dueños optaron por usarlo para hacer una mesa para evitar su total desaparición. La obra, de un metro cuadrado y 20 centímetros de espesor, representa mediante coloridas teselas de mármol la fauna marina, entre lo que destaca un "colosal" pez de 67 centímetros.
Hacia finales del siglo XIX, la mesa con el mosaico pasa a formar parte de la colección Blanco-Cicerón (mediante compra), donde se conserva durante todo el siglo XX. En el año 2000, aparece para ser subastado en la Galería Castellana de Madrid. Y así desapareció hasta el año 2018, cuando se encuentra en el catálogo de la casa Carlton Hobbs.