¿El ocaso del festival Terraceo? El festival vigués marca su peor dato histórico de público

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El Festival Terraceo de Vigo se desinfla en un año marcado por una intensísima programación festivalera y de conciertos al amparo del Xacobeo. Según los datos ofrecidos por la organización este martes, el festival que se celebra en la terraza del Auditorio Mar de Vigo logró atraer este año a apenas 9.000 espectadores, su peor cifra histórica a pesar de que nació en plena pandemia cuando las restricciones obligaban a reducir significativamente los aforos.

El Festival Terraceo, que cuenta con financiación municipal, vivió este 2022 su peor dato de público desde su nacimiento. El evento vio la luz por primera vez en 2020. Todavía en plena pandemia de Covid-19 se presentaba como un espacio al aire libre con aforo limitado donde volver a disfrutar de la cultura y la música en directo con pequeños eventos. Entonces, debido al escaso aforo permitido en cada concierto, se celebraron 37 recitales que congregaron a unas 14.000 personas.

Tras la primera edición con grandes nombres como Pablo López, Izal o Amaral, el festival volvió en 2021 con una potente oferta musical que derivó en 54 conciertos. Entonces, todavía ante la ausencia de grandes eventos -los recitales de Castrelos seguían sin celebrarse-, el festival citó a artistas como  Sidonie, El Kanka, Carlos Sadness, Love of Lesbian, Kevin Johansen o Jorge Drexler. El resultado fue un aumento significativo del público hasta rozar los 25.000 asistentes.

Fue en 2021 cuando marcó su éxito y también cuando la polémica comenzó a rodear al festival. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puso el foco sobre el evento para denunciar la subvención del Concello de Vigo a la organización. La empresa Organización de Ideas de Éxito (OIDE), que gestiona la programación cultural del edificio, recibió 429.635,32 euros. Competencia consideró entonces que esa subvención era contraria a los principios de “no discriminación” y de “libre concurrencia”.

La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia sostuvo que “el Concello ha adjudicado el importe íntegro de todas las subvenciones relacionadas con la organización de espectáculos en el Auditorio Mar de Vigo a un solo solicitante, Organización de Ideas de Éxito” sin ofrecer “una justificación objetiva y razonable”.

Además de la polémica económica, el festival también estuvo en el centro del huracán por haber superado el aforo en uno de los conciertos programados, el de Andrés Suárez. El recital se canceló y la propia Policía Local acabó entrando en el interior del auditorio ante la denuncia de los asistentes. Suárez diría más tarde que la organización “anteponía el dinero a la salud” y rechazaba volver a actuar “nunca más” en el auditorio vigués.

Finalmente, este año el festival vio como el regreso de los grandes conciertos masivos, así como la intensa programación del Xacobeo eclipsaba una parte de los conciertos. La organización redujo significativamente las citas, pasando de 54 a 15 fechas. Aunque algunos de los conciertos marcaron un notable éxito, agotando entradas semanas antes de su celebración, como el de Salvador Sobral y Abe Rábade o el de la mexicana Lila Downs con Sés, el festival se contrajo notablemente. Lo hace principalmente ante le decisión de celebrar muchas menos citas que en años anteriores. Ahora, ya sin restricciones por la Covid-19, el festival logra una entrada media de 600 espectadores, 138 más que en 2021. Todo, siempre, según los datos de la propia organización.

En cuanto a las subvenciones, el Concello acabó por modificar las bases para tramitarlas en régimen de concurrencia competitiva. Cada entidad solicitante optaba este año a una ayuda del 50% del importe del gasto presentado, siendo el máximo total que puede recibir cada solicitante de 200.000 euros.

El Concello subvenciona así el pago de cachés o nóminas de artistas, los gastos de viajes y alojamientos, ayudas de producción técnica o escenográfica, pagos de derechos de autor, contratación de servicios técnicos, alquiler de materiales, gastos de promoción y difusión o los gastos de alquiler y utilización de los espacios del auditorio, que se deben abonar a la empresa concesionaria del espacio cultural. En cualquier caso, esta misma empresa también podrá solicitar estas subvenciones para sus propios eventos, como es el caso del Festival Terraceo.

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