El Consorcio Zona Franca ha iniciado las obras para transformar de forma definitiva el aparcamiento subterráneo robotizado de As Avenidas en uno convencional, después de las numerosas averías y las costosas reparaciones que obligaron a cerrarlo en 2018. La previsión es poder reabrir las instalaciones el próximo mes de marzo de 2023.
La reforma del parking consistirá en desmontar todos los sistemas automáticos existentes para transformarlo en un estacionamiento convencional de uso más sencillo y con un menor coste de mantenimiento. El actual aparcamiento tiene una superficie construida de 7.464 metros cuadrados distribuidos en dos plantas de las que, hasta ahora, solo una era accesible para los conductores, ya que la inferior estaba ocupada por los silos de almacenaje de los coches.
Con una inversión de 1,5 millones de euros, las obras permitirán una capacidad de 184 plazas, aprovechando ambos niveles para aparcamiento de vehículos, con sus correspondientes carriles de circulación y rampas de comunicación entre sótanos. El delegado de la Zona Franca, David Regades, aseguró este jueves que la actuación permitirá solucionar la falta de estacionamiento en una zona de “alta demanda” para que “la ciudadanía, usuarios del comercio y la restauración y de usos náuticos” puedan disfrutarlo.
“No estábamos preparados en infraestructura para acoger a millones de visitantes”, aseguró el regidor vigués, Abel Caballero, para destacar que el aparcamiento será crucial en un nuevo escenario de avance turístico de la ciudad. “La ciudad cada vez más va a ser para caminarla y cada vez más se necesitarán aparcamientos en zonas cercanas al centro”, expresó el alcalde durante la visita a las obras.
Las obras serán llevadas a cabo por Civis Global, y la gestión y explotación del aparcamiento corresponderá a la UTE Welgood Solutions-Tranvías Eléctricos de Vigo. El parking robotizado de As Avenidas fue el segundo en abrirse en España, en octubre de 1999. Sin embargo, pronto comenzaron las averías con costosas reparaciones que acabaron por llevar al cierre las instalaciones con una infraestructura que acabó quedándose obsoleta.