Las temperaturas, más bajas de lo habitual para la época año, y la excesiva pluviosidad registrada en la comunidad durante la primera quincena de julio han pasado factura al sector turístico gallego, que reconoce una caída en la tasa de ocupación prevista para el inicio del verano pero que confía en la "recuperación" a lo largo de los próximos meses hasta superar incluso la cifra récord anual de siete millones de visitantes, alcanzada en 2023.
Son varios los factores capaces de explicar que la afluencia de turistas a la comunidad y las tasas de ocupación registradas durante las primeras semanas de julio no hayan cumplido por el momento con las previsiones que se vaticinaban y que el sondeo realizado a comienzos de verano por el Clúster Turismo de Galicia situaba en niveles de "entre el 80 y el 90%". De todos esos factores, reconocen sin embargo los líderes del sector, las condiciones atmosféricas se han erigido como la única variable decisiva.
"El tema de la climatología es muy determinante en Galicia y para nosotros fue muy adversa, tanto en temperaturas como en humedad, por no hablar ya de la pluviosidad. Estas condiciones han afectado bastante", sintetiza, de manera introductoria y en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de Galicia, Cheché Real, para quien el estado del tiempo, asegura, es el aspecto que más valoran los turistas a la hora de decidir "venir, no venir e incluso cancelar reservas".
Aunque todavía es muy pronto, apuntan los diferentes actores del sector, para cuantificar el número de visitantes que Galicia recibió durante la primera quincena de julio así como su impacto en las cifras totales previstas para el período estival, el volumen de precipitaciones, que superó "los valores normales" para el territorio, según el último informe publicado por la la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha hecho mella en las cuentas de empresarios y hosteleros, que confían, sin embargo, en poder revertir la situación.
"Esto no estaba en las cuentas que nosotros echábamos pero sabíamos que podía pasar si el tiempo no acompañaba y es una realidad que no acompañó. Aunque ya tenemos un desfase con respecto a las previsiones, esperamos que el clima se asiente porque aunque hayamos tenido un tiempo un poco inferior en temperatura al que teníamos proyectado o al que más nos convenía, esto se va a recuperar", manifiesta convencido Real, presidente también de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Lugo (Apehl).
"La climatología nos ha machacado"
A la espera de disponer de datos de ocupación y afluencia definitivos, que el Instituto Nacional de Estadística elabora y facilita a mes vencido, el primer diagnóstico compartido por los diferentes actores que conforman el sector turístico en la comunidad da cuenta de que las previsiones iniciales no se han cumplido.
"La impresión general es que la climatología nos ha machacado un poco las reservas que teníamos, que se han producido cancelaciones en estos 18 días y que desde luego no ha sido un comienzo de verano todo lo bueno que esperábamos y que preveía el sector turístico", reconoce a Europa Press, Cesáreo Pardal, presidente del Clúster Turismo de Galicia, una agrupación de empresas dedicadas al turismo como actividad principal o complementaria. Y después precisa: "Esperamos que en estos días que quedan de mes, y sobre todo en agosto, podamos recuperar lo no vendido".
Para el presidente del Clúster, que asegura que la caída en los datos de ocupación previstos para Galicia obedece "meramente a la climatología" y no guarda relación alguna "ni con la inflación, ni con el momento económico, ni con las tarifas de los hoteles y habitaciones", existe todavía mucho margen y "espacio para la recuperación". "Este mismo fin de semana se van a producir muy buenas ocupaciones en los hoteles, sobre todo en los del litoral, desde A Mariña lucense hasta O Val Miñor y estamos a tiempo todavía de recuperar los números siempre y cuando agosto y lo que queda de mes nos acompañe climatológicamente", asegura.
Alza de precios y turismo de interior
Más allá de los imponderables meteorológicos, existen otros aspectos, como el alza generalizada en las tarifas de los alojamientos y de los paquetes turísticos o la preferencia en temporada alta de los visitantes por el clásico modelo de turismo de sol y playa, que podrían estar detrás de unas cifras de movilidad estacional que las agencias de viajes consultadas por Europa Press han coincidido en calificar también como "más flojas" que en años anteriores.
"Esta primera quincena de julio ha sido mala. Todas las agencias estamos igual. Cuando hay trabajo, hay trabajo para todo el mundo, y cuando no hay, no hay para nadie", condensa, en relación a las reservas de paquetes turísticos confirmadas hasta la fecha, la propietaria de una agencia de viajes radicada en Lugo.
En uno de los principales reclamos turísticos de esta provincia, la playa de As Catedrais (Ribadeo), que cuenta desde hace años con un aforo limitado en temporada alta para poder dar respuesta a la elevada demanda de visitantes, resulta fácil acreditar el aletargado ritmo con el que ha arrancado la temporada estival en Galicia, y es que existe actualmente disponibilidad para visitar el arenal todos los días de verano hasta, al menos, el próximo 15 de agosto.
Una situación inconcebible, por ejemplo, el pasado verano, cuando la playa colgó el cartel de completo -–4.812 personas al día previa reserva gratuita en la página de la Xunta-- para todos los fines de semana de julio y agosto y buena parte de los días laborables con casi un mes de antelación. Solo la meteorología, sostienen los operadores que organizan excursiones a la célebre playa mariñana, es capaz de explicar la caída en el número de reservas.
Unas reservas que, a la espera del resultado de las encuestas realizadas y de los datos oficiales, han descendido también, aunque de forma menos acusada, en los alojamientos de turismo rural de la comunidad. Esa es al menos la "primera impresión" que comparte con Europa Press Juan Luis López, presidente de la Asociación Galega de Turismo Rural (Agatur), para quien "la climatología suele tener menos incidencia" en las estadísticas que la que tiene en otros modelos de turismo.
"A nivel general este inicio de julio estuvo un poco más bajo de lo esperado. No hubo una ocupación completa pero sí mucha ocupación. Creo que en este tipo de turismo los visitantes no se mueven tanto en función de esos criterios de sol y playa y a veces ven esta opción como una alternativa más segura que ofrece otras posibilidades y actividades", reflexiona.
En otro popular destino del interior de Galicia, la comarca de la Ribeira Sacra --que abarca las provincias de Lugo y Ourense-- las reservas de rutas fluviales en catamarán por los ríos Miño y Sil no se han resentido apenas en esta primera quincena de julio (4.455 usuarios) en relación al mismo período de 2023 (4.456), según los datos facilitados, en relación a los embarcaderos lucenses, por la Diputación Provincial de Lugo.
A pesar de las cancelaciones y anulaciones registradas en la comunidad como consecuencia del mal tiempo, el sector turístico gallego confía firmemente en salvar la temporada y alcanzar incluso, agarrado al 'salvavidas de agosto', cifras de récord en 2024.
"Galicia es un lugar muy atractivo en la relación calidad-precio, hay personas que la visitan también buscando huir de las altas temperaturas y está de moda desde hace tiempo. El año pasado superamos los siete millones de turistas y este año vamos a superar esa cifra", sentencia al respecto el presidente de Hostelería de Galicia, Cheché Real.