El Sergas indemnizará en 80.000 euros a la familia de una niña de cuatro años, de la zona del O Baixo Miño, que falleció debido a una infección no diagnosticada a tiempo en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago. Según ha trasladado el equipo legal que ha representado a la familia, encabezado por el abogado Cipriano Castreje, la pequeña padecía leucemia en fase de remisión, y había sido intervenida en abril de 2014.
En noviembre de ese año, fue llevada al hospital al presentar náuseas, vómitos, taquicardia y malestar general. El personal que la atendió la trató con paracetamol y la administración de fluidos, pero la pequeña no mejoró. Ya de madrugada, la niña empeoró su estado y el personal facultativo de guardia decidió mantener una "actitud expectante" a la espera de su evolución, al considerar que no había ningún cambio respecto a la situación previa. Sin embargo, minutos después la pequeña entró en parada cardiorrespiratoria y acabó falleciendo.
La familia presentó una reclamación al Sergas y recordó que, a su ingreso en el hospital, la niña fue sometida a una analítica de sangre pero no a una prueba PCR para la detección de infección. De hecho, el resultado del hemocultivo de la niña, conocido posteriormente, fue positivo para la bacteria 'staphilococus aureus'.
La administración estimó parcialmente la reclamación, y estableció una indemnización de 50.000 euros para la familia, pero ésta recurrió y ahora la compensación se ha aumentado hasta los 80.000 euros, tras la estimación parcial del recurso por parte del juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Santiago. En la sentencia, el juez señala que la médico administró a la niña el tratamiento para el "diagnóstico más evidente", que era una reacción a la quimioterapia, por lo tanto su decisión no puede considerarse mala praxis.
"Pérdida de oportunidad"
No obstante, sí admite que hubo una "pérdida de oportunidad", porque no debió descartarse una infección, dado que los síntomas también eran compatibles. "Para ello bastaba con prescribir una PCR, que en este caso se hizo, pero tarde", señala la resolución judicial.
Asimismo, aunque la niña padecía una leucemia y tenía afectado su sistema inmunitario, "también constan en autos informes que acreditan que, de haberse diagnosticado antes la infección y haberse podido suministrar el tratamiento antibiótico pertinente, las posibilidades de que la niña pudiera remontar no eran desdeñables". Por ello, establece que la familia debe ser indemnizada en un total de 80.000 euros, de los que 50.000 euros ya fueron reconocidos por el Sergas.
En todo caso, el abogado Cipriano Castreje ha confirmado que la familia apelará la sentencia y ha recordado que el propio Sergas "reconoce" que la exploración reflejada en las notas clínicas "parece escasa si se tienen en cuenta las recomendaciones de las guías de Urgencias Pediátricas", e insiste en que la niña no tuvo una atención adecuada.