Vigo se despide de una torre verde de cuestionable gusto y recupera la elegancia del blanco y los adornos originales en la que será su Cidade da Xustiza, antes el Hospital Xeral.
El conocido como Pirulí fue inaugurado en 1955 y alcanza una altura de 75 metros, convirtiéndolo en el segundo edificio más alto en el año de su construcción. Hoy, todavía se alza majestuoso en Vigo y es visible desde buena parte de la ciudad. Sin embargo, el proyecto original en el que se destacaba la torre fue poco a poco perdiendo personalidad con los añadidos laterales con los que se fue ampliando hasta que en el año 2000 se recubrió toda la fachada con planchas de cobre para evitar desprendimientos y ofrecer un mejor aislamiento térmico. Sin embargo, el tono verdoso nunca acabó de convencer y eliminó la imagen majestuosa del edificio.
Después de su cierre definitivo, con el traslado al Álvaro Cunqueiro, el edificio se clausuró hasta que se decidió ubicar en él la Cidade da Xustiza de Vigo. Las obras, que comenzaron en 2017 y sufrieron un sobrecoste de unos diez millones de euros por el mal estado de los edificios anexos, se acercan a los 40 millones de euros de inversión y han recuperado su imagen original, derribando los añadidos y retomando el color blanco además de los adornos originales de la fachada.
A pesar de las dificultades añadidas causadas por la epidemia de la covid-19, la Xunta mantiene la previsión de tener finalizados los principales trabajos a finales de 2020, cuando se finalizarán todos los edificios externos (incluida la torre), la escuela infantil, y las urbanizaciones; y quedarían solo pendientes parte de los revestimientos interiores.
Actualmente, están trabajando en las obras 140 obreros, que podrían llegar a ser 200 en verano.
En total, se dispondrán de casi 44.000 metros cuadrados para albergar 37 unidades judiciales y con espacio para otras 20. Asimismo, el edificio contará con una guardería con más de 40 plazas para los hijos de los trabajadores del complejo al que está previsto que se trasladen cerca de 500 personas. El edificio incluye también 350 plazas de aparcamiento.
Lo que sí parece descartado, por ahora, es que la terraza situada en lo alto del Pirulí abra al público con una cafetería o negocio en lo más alto. Tampoco se permitirá subir a contemplar las privilegiadas vistas.