Literatura y mar se fundieron ayer en un inmenso abrazo para honrar a Domingo Villar y a ese Leo Caldas que reúne el legado inmenso que nos deja el escritor vigués recientemente fallecido. Aventuras y Ría, posiblemente los dos ingredientes que amaba el maestro de la novela negra se dieron cita en el emotivo homenaje que le preparó Piratas de Nabia. Con un lienzo idílico sobre el mar, donde predominaba un maravilloso atardecer, decenas de personas se embarcaron en "El último barco". El imaginario de Villar cobró vida en el buque de Piratas de Nabia, en el último buque conectaba Vigo y Moaña y donde se pudieron leer partes de las publicaciones del vigués.
A este emotivo tributo acudió el director de Galaxia, Francisco Castro, la editorial que ha publicado las tres novelas de Domingo Villar, "Ollos de auga", "A praia dos afogados" y "O último barco". Además, la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva; la concelleira de Vigo, Elena Espinosa; la concelleira de Turismo e Promoción Económica de Moaña, Coral Ríos; y el delegado de Zona Franca, David Regades, tampoco se perdieron esta travesía cargada de literatura que conectó la urbe gallega con el municipio morracense que inspiró a Domingo Villar en la última entrega protagonizada por Leo Caldas, donde el buque que enlazaba ambas localidades es un personaje más de la trama.
En la naviera han querido realizar un homenaje a Domingo Villar, uno de sus pasajeros más ilustres. En palabras de Susi Otero Acuña, gerente de Piratas de Nabia: “Tenemos una deuda de gratitud con Domingo Villar, que viajó y se inspiró en nuestro barco de la línea regular, pero sobre todo, que nos hizo disfrutar de aventuras en las que todos reconocíamos rincones y lugares cercanos, nos hizo ver la maravilla de los escenarios cotidianos y valorar mejor las experiencias de cada día, nuestra maravillosa Ría, todo lo que tenemos a nuestro alcance y en ocasiones no valoramos.”
En Piratas de Nabia asocian algunos de los personajes que aparecen en la novela, como el patrón o la marinera “con carácter” con alguno de sus compañeros, si bien, como en toda obra de ficción, la realidad y lo inventado forman parte de la libertad del autor.