La Asociación de Empresas Galegas Musicais (AGEM) ha emitido este jueves un duro comunicado en el que acusa al Concello de Vigo de irregularidades en el patrocinio del concierto de Guns N Roses en la ciudad, previsto para el próximo 12 de junio en el estadio de Balaídos y de cuya producción se encarga Live Nation junto a la empresa viguesa Sweet Nocturna.
AGEM manifiesta su “malestar” ante “fundadas sospechas” de que el sistema articulado por el Concello de Vigo para patrocinar el concierto se habría elaborado “preservando apariencia de legalidad” pero en la práctica se trataría de “un procedimiento preparado" para garantizar la contratación de Guns N Roses.
La asociación, formada por más de 40 empresas del sector, explica que las sospechas se “deducen” de la contestación emitida por el propio Concello de Vigo a la consulta dirigida por AGEM. La administración municipal se habría limitado a “justificar” la elección del patrocinio publicitario como “procedimiento óptimo” sin realizar “ninguna apreciación” a las consultas realizadas.
Así, en el comunicado señalan que desde su experiencia es “improbable materializar una contratación de un artista internacional en los 15 días habilitados por el Concello para presentar ofertas”. Esto solo podría producirse, señalan, “a no ser que las negociaciones estuvieran avanzadas previamente” y recuerdan que el concierto fue confirmado por la empresa organizadora el 21 de febrero cuando el contrato de patrocinio -de casi dos millones de euros- se publicó en abril.
Con todo ello, AGEM señala que este contrato “podría ser articulado en fraude de ley” por, aseguran, “pretender dotar de la seguridad jurídica de un procedimiento abierto a una subvención directa para un evento concreto mediante una actuación indebida”. Por ello, denuncian la “grave distorsión” que esto produce en el marco colaborativo “público-privado”.
Por todo ello, la entidad señala que la forma de actuar del Concello vigués "puede generar serios perjuicios en la industria, empleando fórmulas distorsionadas que atentan contra la libertad de competencia y poniendo en riesgo la supervivencia de muchas empresas del mercado que invierten recursos económicos y humanos en la presentación de sus ofertas, con escasas posibilidades de resultar seleccionadas al crearse una falsa apariencia de libertad de acceso a la licitación".